En la mayoría de los casos, los espacios de trabajo en las oficinas son compartidos. Tanto en la versión más antigua de cubículos como en los nuevos diseños arquitectónicos más diáfanos, es fácil que el ruido dificulte en algunos momentos la concentración. Las conversaciones entre compañeros, el teléfono, las reuniones... hacen en ocasiones muy difícil centrarnos en la tarea que nos ocupa.
Para ayudarnos en esto, el equipo del investigador Sueco Niklas Halin ha llevado un estudio cuyos resultados parecen confirmar que incrementar la dificultad de la tarea puede ayudarnos a reducir las distracciones.
Ya las investigaciones anteriores indicaban que había dos factores fundamentales que tenían una gran influencia en la concentración: la dificultad de la tarea y la capacidad de la memoria de trabajo. De este modo, se ha comprobado que las tareas de mayor dificultad nos obligan a centrar la atención en la información relevante. Igualmente, las personas que tienen una memoria de trabajo más amplia, se distraen menos porque son capaces de retener y procesar más información al tiempo.
Con estos dos factores en mente, Halin y su equipo pensaron que si se incrementaba la dificultad de una tarea, las personas con menos memoria de trabajo serían capaces de asilarse de las distracciones y mejorar su atención en la ejecución. Así que diseñaron el siguiente experimento: crearon unos textos sobre una supuesta cultura alienígena que los sujetos debían leer y tratar de comprender para luego contestar un cuestionario. Durante la lectura, había ruido exterior que dificultaba la concentración. Los textos para leer se repartieron en dos versiones: una de fácil lectura (con fuente Times New Roman) y otra de lectura más compleja (tipografía Haettenschweiler).
Se comprobó que las personas que tenían el texto en la fuente de más fácil lectura tuvieron más problemas para concentrarse y, por tanto, acertar las respuestas del cuestionario, que aquellas que debían focalizar su atención en la lectura por la dificultad que imponía la tipografía utilizada.
Se puede consultar el trabajo en: Halin, N., Marsh, J.E., Hellman, A., Hellström, I., & Sörqvist, P. (2014). A shield against distraction. Journal of Applied Research in Memory and Cognition, 3(1), 31-36.