Cuando se trata de mostrarse en contra de algo, el ser humano parece perder el criterio. No se sabe si por las prisas de quitarse de encima a quien lo pide lo antes posible, por un preocupante desconocimiento o por la incapacidad para decir "no".
Así, por ejemplo, en un antiguo programa de Gomaespuma, una gran cantidad de gente se mostraba partidaria de cosas como que trajeran el Teide a Madrid, se limpiase el Canal de la Mancha, se barnizasen las Tablas de Daimiel o se invitase a un coro de Querubuines a cantar el día de la Almudena.
Una historia circula por Internet asegurando que es real. Según ella, un estudiante de Idaho, Estados Unidos, ganó el primer premio en una feria científica. Intentaba demostrar en qué grado es posible manipular a la gente y generar alarma por razones pseudocientíficas.
Pidió a cincuenta personas que firmaran una petición para el control estricto o la prohibición total de la sustancia química "monóxido de dihidrógeno". Éstas eran sus razones:
De las 50 personas: