Sabías que...?

Desde niños, el juego impacta en nosotros, en nuestro comportamiento y en nuestras emociones. Incluso de mayores, cuando nos identificamos con un personaje y comenzamos a actuar como él, acabamos asumiendo algunos de sus rasgos. En formación aprovechamos esto, poniendo en marcha habilidades y emociones a través del role-play.

Los videojuegos son actualmente un pasatiempo tan habitual para niños como para adultos. Por lo tanto, son también un campo de estudio para los psicólogos, que se han interesado en cómo la forma en la que nos auto-representamos en el mundo virtual afecta a nuestro comportamiento en el mundo real.

En un estudio realizado por Gunwoo Yoon y Patrick Vargas, de la Universidad de Illinois, se ha visto que tan solo 5 minutos jugando con un avatar que represente a un héroe o un villano, puede afectar al comportamiento de las personas, favoreciendo que premien o castiguen a extraños.

A los sujetos experimentales del estudio se les decía que iban a participar en un estudio sobre un tema totalmente distinto, y se les distribuía en 3 grupos. A uno se le asignaba un avatar que representaba un héroe (Superman), a otro grupo se les asignaba un avatar de un villano (Voldemort) y al último grupo se les daba un avatar neutro (un círculo).

Después de jugar durante 5 minutos, tenían que llevar a cabo el supuesto experimento de sabor, probando chocolate o salsa de chili picante. Después, tenían que poner en un plato uno de los dos alimentos, para que los probase el siguiente participante.

Se observó que los participantes que habían jugado con el avatar de Superman ponían casi el doble de chocolate que de chili para la siguiente persona. Por el contrario, los que habían jugado siendo Voldemort, ponían el doble de salsa picante.

El experimento se repitió con más estudiantes y el resultado se confirmó, viéndose también que este efecto es mayor cuando las personas juegan ellas mismas con el avatar que cuando ven a otros jugar.