La pereza nunca ha sido bien vista. ¡Hasta se la considera un pecado capital!
Pero todos hemos caído en ella en algún momento. Sabemos que deberíamos hacer ejercicio pero acabamos tumbados en el sofá. Nos planteamos hacer un curso después del trabajo pero, quién no está agotado después de la jornada laboral. Y así con tantas cosas...
En cualquier caso, está claro que los hay más perezosos que otros. ¿Cuál crees que es la causa de la pereza?