Otro ano más. Objetivo superado

Llegamos a la comida o fin de año y nos felicitamos por haber llegado, agradecemos a quienes nos ayudaron, nos disculpamos por lo que pudimos hacer mejor y nos prometemos que este nuevo año lo volveremos a conseguir.

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José Luis Bueno Blanco

 

Otro año más que hemos sobrevivido como organización a ésta crisis que está dejando a tantas otras en el camino. Además podemos decir que para ello no hemos prescindido de ninguna persona del equipo, incluso hemos incorporado a algún fichaje nuevo. Además, no tenemos deuda con ningún proveedor, colaborador o con la administración. Estamos al corriente de pago al 100%. Además tenemos una cantidad importante de impagos lo que supone que estamos financiando a alguno de nuestros clientes que no pueden afrontar los pagos en las condiciones pactadas.

¿Cuál es la fórmula? ¿Se puede trasladar a otras empresas? Como los análisis se hacen a "toro pasado" y el experimento no se puede replicar modificando las variables para comprobar resultados, de poco sirve lo que yo crea o no sobre cuáles han sido las claves para seguir sobreviviendo. Quiero decir que no sé qué hubiera pasado si hubiésemos hecho las cosas de diferente manera, o si las variables externas a la organización hubieran sido otras.

Por intentar no ser presuntuoso me atrevería a decir que la clave definitiva ha ido la suerte, o mejor dicho, haber tenido la suerte suficiente o la falta de mala suerte para que las cartas con las que decidimos jugar fueran suficientes como para ganar la partida. No quiero decir que da igual lo que hayamos hecho porque el resultado ha estado en función de la suerte, sino que por muchos acciones que lleves a cabo siempre vas a depender en cierta medida de causas externas que se escapan a tu control. Se trata de "hacer" para aumentar la probabilidad. Se trata de comprar el mayor número de boletos para aumentar la probabilidad de que te toque, y aun así, el premio siempre lo reparte alguien externo a ti y que no depende directamente de ti. Partiendo, por tanto, de este hecho voy a tratar de señalar algunas cuestiones de nuestra gestión y de nuestra empresa que considero pueden haber hecho que un año más consigamos llegar a celebrar la "nuestra comida de empresa".

 

 

Asunción de responsabilidades. Estamos convencidos que lo que consigamos depende de nosotros. Es verdad que con lluvia se mueve peor la pelota en el campo, pero también llueve para el contrario. Esto lo intentamos trasladar a todas las personas de la organización. Tenemos que ser conscientes de la repercusión directa de nuestro trabajo en el resultado final. Si mi trabajo es menos eficiente tengo que aumentar el P.V.P. con el riesgo de perder negocio o no conseguir lo suficiente. O también puede ocurrir que el gasto supere al ingreso y que no tengamos recursos económicos para hacer frente a los recursos empleados en los proyectos. Cada persona tiene que ser consciente de lo que supone el impacto de su trabajo como recurso humano al proyecto.

Por tanto, no podemos subir los precios. Tampoco se trata de aumentar las horas de trabajo y asumir el coste extra con tu tiempo personal, se trata de ser más eficientes, reducir trabajo redundante, controlar nuestro propio tiempo para ajustarlo al tiempo del que disponemos para cada proyecto, hacer mejoras continuas para conseguir lo mismo en menos tiempo y con menos recursos.

Adaptación y reciclaje continuo. Nuestro trabajo, por su propia naturaleza, está sometido a continuos cambios en cuanto a la aparición de nueva información, nuevos modelos, nuevo conocimiento, nueva tecnología. Esto significa que para adaptarse es necesario aprender rápidamente y aumentar nuestra polivalencia. Cuando existe mucho trabajo te puedes permitir ser especialista en un determinado aspecto. Como organización puedes tener personas especializadas en un aspecto concreto. Cuando los proyectos escasean no puedes renunciar a algunos o seleccionar los que quieras. Es por ello que tienes que ser especialista en varios aspectos. Puede parecer una contrariedad, pero no lo es. Al contrario, cuando una persona trabaja la polivalencia hace que su visión y sus capacidades tengan un mayor espectro a la hora de acometer un proyecto.

Para ello es necesaria la formación y el reciclaje personal. Como organización puedes optar por introducir personas con nuevas competencias para acometer los nuevos proyectos,  pero en ocasiones se requiere que otras que ya están dentro tengan que salir. Hay una alternativa a ello, claro está, y es que la persona se recicle, aumente su ámbito de actuación y sus conocimientos. Esto se suple con formación y ahí es donde surge el problema. En ocasiones, la organización no puede mantener a una persona formándose y produciendo a la vez y, en mi opinión, es donde creo que la persona tiene que hacer un esfuerzo personal, en utilizar parte de su tiempo en formarse, en reciclarse en aquello donde no puede llegar con recursos de la organización. Yo lo hago. Lo hago siempre y lo he hecho durante la crisis. Este fin de semana he leído una thriller muy interesante y muy entretenido pero también he leído sobre cómo manejar un autómata programable, que considero podría ser un área por donde la empresa podría crecer y por tanto conseguir proyectos, trabajando por ello en la sostenibilidad de mi empresa. Y aprender en mi tiempo libre me ha resultado estimulante. Primero porque aprender en sí mismo me agrada, segundo porque me hace sentir que estoy haciendo "algo" por controlar mi destino.

Conseguir lo máximo posible. Otro pilar que considero vital es intentar conseguir lo máximo posible siendo conscientes que lo que habrá es lo que podamos conseguir. La remuneración por mi trabajo depende en su mayor parte de lo que seamos capaces de conseguir como empresa. Considero que intentar garantizar una estabilidad económica a modo de ingresos es lo prioritario, por encima de los beneficios de la organización. A partir de ahí ganemos todos lo máximo posible, que va a depender de lo eficiente que consigamos que sea el trabajo que desempeñemos. La cuestión es ¿cuánto es ese mínimo? Supongo que cada persona tiene unas condiciones que le marcan imperativamente el límite. Lo que está claro es que cuánto más bajo sea el límite fijo inferior, más alto tendría que poder ser el límite superior, en caso de que exista.

Como responsable de mi organización considero que lo importante es mantener viva la organización. Con mi organización presto un servicio a otras organizaciones, a otras empresas y obtengo unos ingresos con los que financio mi vida y la de mi familia. También lo hacen otras familias que dependen de esos ingresos, las de las personas que forman parte de la organización. Esa es la prioridad. A partir de ahí ganemos lo máximo posible y que quien quiera se sume a ello.

Vender. Todas las organizaciones dependen de sus ventas. Si no hay demanda, no hay producción, no hacen falta recursos para producir, ni físicos ni humanos. Podríamos llegar a la conclusión de que tener en cuenta todo lo anterior hará que estemos en mejores condiciones para vender. Así es. Digamos que la venta tendría dos grandes fases: la primera es situar al cliente delante de nuestro producto o servicio y en segundo lugar ofrecer un argumentario que motive la compra y venza objeciones. En nuestro caso hemos hecho grandes esfuerzos en ambos casos. Hemos intentado llegar al mayor número de clientes posible y con productos y servicios competitivos.

Por último, una vez puesto todo esto en marcha, llegamos a la comida de fin de año y nos felicitamos por haber llegado, agradecemos a quienes nos ayudaron, nos disculpamos por lo que pudimos hacer mejor y nos prometemos que este nuevo año lo volveremos a conseguir.

 

 

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