"Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado aquél en el que se pudo".
Quien a día de hoy no ha tenido el sentimiento de que todo va demasiado deprisa, de que todo se va sucediendo tan rápido que nos cuesta tomar conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor. Vivimos tan rápido porque queremos dar respuesta a demasiadas cosas en el día a día y el tiempo no nos da.
Queremos llegar a tantos lugares en un tiempo que no alcanza que finalmente nos sentirnos abrumados y desarmados.
No metemos en una espiral y nos sentimos incapaces de cambiar de enfoque, de perspectiva, de decidir.
Puede incluso que llegue el momento en el que nos sintamos incapaces de hacer frente a todo lo que se nos avecina. Cuestionamos nuestras posibilidades de afrontamiento e incluso nuestras capacidades. Puede que llegue un punto de abandono, de dejarnos llevar para las situaciones, esperando que el tiovivo en el que nos sentimos se pare y ponga punto final por sí mismo.
Obvio que esta no es la mejor, ni más saludable estrategia. Por lo general más tarde o más temprano se produce un punto de inflexión en donde hay que aprender a tomar las riendas de la situación, contarse la película de una manera distinta y empezar a hacer cosas que nos permitan una ponernos a salvo de las devastadoras consecuencias de esa espiral imparable.
Podemos actuar "in extremis" o podemos, y es sin duda la mejor estrategia, actuar en la prevención tomando una serie de precauciones que nos ayuden a ir poniendo diques de contención antes de que se nos desborde la situación.
Desechar la multitarea
A veces parece que si no estamos en "modo multitarea" estamos perdiendo el tiempo. Sin embargo la ciencia no dice que en realidad al cerebro le cuesta mucho prestar atención a varias tareas a la vez y disminuimos de manera notable nuestra eficiencia cuando lo hacemos, salvo que estas tareas estén extraordinariamente automatizadas.
Practicar Mindfulness
Se trata de vivir y disfrutar las experiencias del momento, de estar presente en ese momento.
Ser consciente en un mundo lleno de distracción puede no ser fácil. Sin embargo, cualquier pequeña dosis de atención que se pueda implementar reducirá la sensación de estar abrumado y ayudar a sentirse en un ritmo más lento.
Aprender a decir no
Decir "no" puede ser una tarea difícil en muchos momentos, pero es de vital importancia para no dejarnos atrapar en redes que nos supondrán una gran sobrecarga. Si utilizar el "no" de forma directa resulta difícil, podemos utilizar fórmulas intermedias del tipo "déjame pensar en ello", "dame unos días y hablamos", o "en este momento estoy muy apurado", etc. para no dejarnos atrapar en el primer momento.
Programar actividades placenteras
No se trata de salir de fin de semana o ir de vacaciones una vez al año, se trata de programar momentos de descanso en el día y de realizar alguna actividad que nos suponga una verdadera desconexión y oxigenación.
Simplifica
Aplicar el principio KISS, Keep It Short and Simple. Aunque es un principio de diseño que establece que la simplicidad debe ser mantenida como un objetivo clave en el diseño evitando cualquier complejidad innecesaria, actualmente, se aplica a estrategias de productividad y gestión de proyectos para reducir el estrés y mantener en foco en lo importante.
Estas son sólo algunas de las estrategias que pueden usarse para establecer el control, los tiempos, y los modos de lo que sucede a nuestro alrededor. Sean estas u otras, lo que si conviene es tener siempre en mente redes que nos protejan de la caída cuando lo que sucede a nuestro alrededor va más deprisa de lo que somos capaces de gestionar.