En el post anterior ya pensamos sobre la confianza. Ahora podemos comenzar a actuar para crearla, generarla, construirla, consolidarla, alimentarla y cualquier otra palabra que lleve implícita la idea de desarrollo.
En general los comportamientos y actitudes que generan confianza son:
-Cortesía y amabilidad
-Coherencia entre lo que expreso o hago en público y en privado y entre lo que digo y lo que dicen mi voz, mi cara y mi cuerpo
-Respeto e interés genuino por el otro
-Empatía
-Veracidad, dar toda la información que afecte al otro, no ocultar ni omitir
-Escuchar
-Estar abierto a dejarse persuadir por el otro desde una exposición de hechos objetivos: "descríbemelo", "cuéntame cómo lo has hecho", "¿qué evidencias tenemos de que eso sea así?"
-Crear un diálogo abierto a la razón y a la emoción
-Apelar a un "nosotros", hacernos co-responsables
-Resaltar siempre la dignidad de la otra parte, jamás perjudicar la imagen de la otra persona
-Buscar soluciones negociadas, compartidas, no basadas sólo en la autoridad o en el poder
-Aceptar que hay intereses propios y quizá difíciles de conjugar en las dos partes
-Centrar el diálogo en logros, aprendizajes, oportunidades, soluciones, impulsores de éxito y beneficios en lugar de en errores, dificultades, amenazas, problemas, riesgos e inconvenientes.
-Dar la información a través de preguntas que hagan al otro competente y participativo en el diálogo
-Poner límites, solicitar directamente cambios y cooperación concretos para llegar a acuerdos
-No preguntar inquisitivamente razones. Aunque preguntar ¿por qué? nos ayuda a conocer el origen de algunas decisiones y hábitos, existen preguntas más interesantes para la relación y el logro de los resultado. Si implícitamente asumimos que el otro tendrá buenas razones para hacer lo que hace o pensar como piensa podremos abrir nuevos interrogantes: ¿qué aporta trabajar de este modo?, ¿cómo lo podríamos hacer?,¿en qué nos beneficiará?, ¿qué es lo peor que podría suceder?, ¿qué podemos hacer para garantizar el éxito?, ¿en qué podría ayudarte yo?, etc.
-Reformular y pedir al otro que reformule, asegurar una comprensión mutua y compartida
-Revisar el fondo de obviedad en nuestra comunicación, es decir, todo lo que no decimos porque lo damos por hecho
-Mostrar explícitamente que se es consciente de lo que el otro necesita: "Me da la sensación de que para ti es importante sentirte parte de este proyecto y estar informado de lo que se está haciendo. Si es así quiero que me preguntes lo que necesites"
-Hacer explícito el deseo de mantener una buena relación
-Reclamar al otro el cumplimiento de lo que se ha comprometido a hacer, si no reclamamos, ambos estamos vulnerando la confianza. Cuando el otro no cumple su parte de co-responsabilidad y elude sus compromisos debemos analizar juntos qué dificultades ha encontrado, ayudar a identificar apoyos y recursos y establecer un nuevo compromiso
-NO exigir aquello que otros NO se han comprometido a hacer de forma voluntaria y consciente. No podemos reprocharle nada a alguien que se limitó a acatar nuestras ordenes sin haber confirmado que el otro asumía un compromiso cuyas implicaciones conocía y había valorado de forma realista
-Felicitar, agradecer y celebrar los logros y el cumplimiento de los compromisos que sí se han cumplido
-Aprender a pedir disculpas y responsabilizarse de los propios incumplimientos, todos tenemos olvidos y faltamos a promesas
-Perdonar, comunicar expresamente el deseo de dejar atrás sucesos o comportamientos que han dañado la confianza en el pasado. Pactar, empezar de cero
-Romper de forma clara nuestro deseo de terminar la relación con la otra parte en caso de que no nos sintamos capaces de lograr resultados dentro de esa relación o no deseemos asumir la responsabilidad de gestionarla.
Podríamos seguir ampliando esta lista con todos aquellos comportamiento que nos ayudan a trabajar mejor y más cerca de las personas con las que compartimos nuestro día a día. ¿Se te ocurre alguna idea?