"El secreto de la sabiduría, el poder y el conocimiento es la humildad"
Ernest Hemingway
En la mayoría de las ocasiones, el principal escollo en una formación somos nosotros mismos. Y esta es una barrera de las más difíciles de vencer. Esto es así, sencillamente porque para aprender hay que estar en disposición de hacerlo y sólo se tiene esta disposición desde una posición de humildad. Es decir, antes de introducir conocimientos nuevos, tengo que vaciarme de lo que se, hacer hueco y, desde la humildad, intentar aprender algo nuevo.
En ocasiones he intentado transmitir algún proceso totalmente nuevo a alguien que no lo sabía y me he chocado literalmente con la resistencia de si mismo. O bien porque ya sabía hacerlo de otra forma y no quería aprender nada nuevo, o bien porque aunque queriendo aprenderlo, no podía hacerlo puesto que sus conocimientos anteriores le impedían ver si quiera otros puntos de vista.
Sería necesario adoptar una posición humilde si lo que queremos es seguir aprendiendo y puesto que la vida es un continuo aprendizaje, esta humildad es la que debiera imperar tanto en nuestras relaciones personales como profesionales. La humildad tendría que presidir nuestra vida en un intento de permanecer abiertos a nuevas experiencias.
Sin embargo, y pese a saber esto, no podemos evitarlo. Nos resistimos con todas nuestras fuerzas, porque el poder de la vanidad nos supera sin ni siquiera darnos cuenta. Y como esto es así, en ocasiones a todos nos sucede que la vida nos da su propia lección de humildad. Se trata de un duro golpe que nos obliga a pararnos a pensar y nos pone literalmente en la situación de APRENDER. Esta es la forma más dura, pero la más eficaz.
Así que hay dos opciones, o aprendemos a ser humildes y de esta forma nos podremos enriquecer con todas las experiencias de los demás o bien la vida se encargará de darnos su propia lección de humildad. Eso si. Esta será algo más dolorosa. ¿intentamos ser humildes?