Carta de despido a mi jefe

Obtén primero los hechos, entonces los puedes distorsionar como quieras. Mark Twain.

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Nuria Fernández López

Como ya hemos comentado en no pocas ocasiones, el sentido del humor y el juego de la ironía son buenos aliados para evidenciar situaciones de difícil manejo. 

La web, es una fuente inagotable de todo tipo de recursos, esta carta es un ejemplo de ello.

Que nadie se sienta señalado, ya que no es más que una forma de ilustrar como a todo se le puede dar la vuelta y como de todo se puede sacar punta... 

Estimado Juan,

Son ya muchos años juntos en esta empresa que nos lo ha dado tanto, a ti como jefe y a mí como empleado. Te escribo para comunicarte una decisión que me duele posiblemente tanto como a ti... Estas despedido.

Ha sido una decisión difícil que hemos tomado los trabajadores por consenso, y que nos ha parecido imprescindible para la viabilidad de la empresa. Sabes que los tiempos que corren son muy complicados, la crisis azota a todas las empresas por igual y tenemos que arreglarnos con menos para seguir siendo competitivos. También sabes que los emergentes vienen pisando muy fuerte, y tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos. Por último, hemos constatado un desajuste gastos de personal la línea directiva, que casi equivale a los del resto de la fábrica, por lo que se ha determinado como la opción más razonable.

Gastos en dietas, hoteles, coche de empresa, viajes y bonus han disparado la partida de gastos hasta hacer la situación insostenible... Pero la principal causa no ha sido la económica. El factor clave ha sido la incapacidad de crear oportunidades de crecimiento para la empresa, de dirigir a los equipos de trabajo adecuadamente, y sobre todo, algunas decisiones financieras tuyas que han sido muy desafortunadas y poco prudentes. Estas decisiones han complicado sobremanera la situación económica de la empresa y han puesto en peligro los puestos de trabajo de muchos empleados. Y la paciencia de los accionistas claro, se ha agotado. Ya sabes, como en el fútbol, es más fácil prescindir del entrenador que del equipo entero.

Al considerar que tu posición no es estratégica, hemos decidido externalizarla a Asia: hemos contratado a un ejecutivo chino más joven, que come de noodles de microondas, y cuando invita a un cliente, come de menú en restaurantes muy baratos. Viaja en bicicleta y como apenas duerme, ahorramos también mucho en hoteles. Las decisiones estratégicas se toman ahora en comités de trabajadores. Pero bueno, es lo que hay ahora...

Ahora tus compañeros de recursos humanos te acompañarán a recoger tus cosas. Tienes preparado un generoso despido por los largos años de servicio prestados a la empresa. Tómatelo como unas vacaciones y una oportunidad de nuevo comienzo profesional. Te deseamos lo mejor en tu nueva aventura laboral.

Atentos saludos, 

 

 


 

 

 

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