Nadie duda de que la vida es del color del cristal con la que la vemos. ¿Cómo nos afecta este cristal a las relaciones con los demás?
Creo que todos estamos bastante de acuerdo con eso de que al final la vida depende de cómo la vemos. Los filtros que ponemos hacen que se vea todo de un color o de otro. Todo depende de nuestras interpretaciones. Y formas de interpretar la vida hay tantas como personas, por eso todos somos distintos.
Lo que sí ocurre es que algunas de estas interpretaciones se ajustan más las nuestras y otras menos. A veces alguien te cuenta cuál es su filosofía y, aunque no sea la misma que la tuya, es posible que lo veas como algo bastante coherente. Incluso, puede hacerte replantearte tu visión actual. Quizás no te cambie por completo, pero sí puede ser que te haga pensar, modificar aspectos, poner en duda lo que hasta hace poco eran "verdades absolutas para ti".
Uno de los últimos libros que he leído ha sido "El Nix" de Nathan Hill. Uno de los personajes cuenta cómo ve los problemas a los que nos enfrentamos en la vida y a las personas con las que nos vamos encontrando. En función de esta visión, nuestro comportamiento ante las dificultades será muy diferente, por no hablar de nuestra forma de percibir y reaccionar ante otras personas.
Os extraigo aquí algunos fragmentos. La conclusión, al menos a mí, me ha dado mucho que pensar sobre cómo son en muchos casos las relaciones que establecemos con los demás y por qué en tantas ocasiones todo parece más un "yo contra el mundo" que otra cosa.
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"Una vez Pwnage le dijo a Samuel que las personas con las que te topas en la vida son enemigos, obstáculos, rompecabezas o trampas. Tanto para Samuel como par Faye, alrededor del verano de 2011, los demás eran sin duda enemigos. Lo que ambos querían de la vida era básicamente que los dejaran tranquilos. Pero es imposible soportar este mundo a solas, y cuanto más avanza Samuel en su libro más cuenta se da de lo equivocado que estaba. Porque si ves a los demás como enemigos, obstáculos o trampas, vivirás en una guerra constante con ellos y contigo mismo. En cambio, si decides verlos como rompecabezas, y si te ves a ti mismo como un rompecabezas, te llevarás una sorpresa agradable tras otra, porque si buscas lo suficiente, si miras con suficiente atención debajo de la capota de la vida de los demás, tarde o temprano siempre terminas encontrando algo familiar.
Eso da más trabajo, desde luego. Comprender es siempre más difícil que odiar sin más. Pero hace que tu vida sea más rica. Que te sientas menos solo."