Expomanagement 2010. Emociones

Los pasados días 16 y 17 de junio se celebró ExpoManagement 2010, en el Centro de Convenciones Norte de IFEMA (Madrid). Paralelo al Congreso tenía lugar el Ciclo de Conferencias. Dirigidas por líderes, directivos, expertos y autores de nuestro pais, dichas conferencias tenían lugar simultaneamente en 6 salas temáticas con una duración de unos 50 minutos cada una. Cada uno de los días podías asisitir a 7-8 conferencias. En total unas 80 conferencias en dos días sobre Recursos Humanos, Liderazgo global, Gestión de  la incertidumbre, Pasíon y Talento y Marketing y Tendencias.

Tuve la ocasión de poder asisitir a varias de ellas y la experiencia fue positiva. Lo primero de todo es constatar que cualquier contacto con el exterior de tu organización o de tu propio sistema de conocimientos, modelo de trabajo, etc. ya es enriquecedor por sí mismo, ya que independientemente de lo que te aporten a nivel de novedad, si es cierto que te hace pensar sobre ello, comparar, reflexionar, etc. Y eso en sí ya es una actividad que no siempre realizamos en el día a día.

Además de este aspecto positivo está el hecho, en sí mismo, de conocer las ideas de otras personas, cómo enfocan tus mismos problemas, cómo se cuentan tus mismas situaciones y cómo adoptan estrategias y puntos de vista diferentes.

La parte que más me llamó la atención es el componente emocional o vivencial que tenían todas las conferencias a las que pude asisitir. Me explico. En una conferencia, el conferenciante comparte con los oyentes un conocimiento, una experiencia o incluso una emoción. Lo que me ha llamado la atención es la unanimidad a la hora de seleccionar el método de exposición. Más allá de una exposición aséptica, en la que el conferenciante transmite sus conocimientos, se trata de hacer una exposición amena, divertida. No importa tanto lo que se dice (sin dejar de ser importante), sino cómo se dice. Al final de la intervención hemos pasado un buen rato en el que uno se siente bien, sale con fuerzas renovadas, con ganas de hacer cosas (cada uno las que quiera, es una elección personal).

El conferenciante ahora es un Speaker. Hace partícipe al público en su show (ésto es muy 2.0), le hace cómplice con preguntas, con cuestiones en las que el público rompe la barrera existente y, de repente, nos encontramos con la misma atmósfera de una formación participativa y vivencial.

No podría hacer un esquema conceptual de los conocimientos que adquirí en las conferencias a las que asistí. Sin embargo, me sentí bien a nivel emocional. Salí con fuerzas, motivado y con buenas sensaciones. Quizás sea eso lo que necesitemos en estos momentos más allá de conocimientos de gestión en todas sus facetas.