Los factores que intervienen en un resultado interactúan entre sí y condicionan cómo será ese resultado.
Gestionar proyectos, sobre todo en aquellos casos en los que intervienen actores diversos es una tarea compleja en si misma; si a ello le sumamos las fuerzas y presiones que se ejercen desde los distintos contextos y roles, se convierte entonces en una labor de equilibrio casi de funambulista.
Este equilibrio con frecuencia se pierde porque se introducen requerimientos que en si mismos imposibilitan que el proyecto de desarrolle con éxito.
En el siguiente diagrama pueden verse con facilidad los resultados de las intersecciones entre variables que presentan una manifiesta incompatibilidad, y que explican porque en muchos casos las cosas no resultan cómo teníamos previsto.
La primera que llama la atención es el resultado de la intersección: rápido + bueno + barato, poco que añadir, es la opción más demanda, y aunque el resultado es previsible, increíblemente siempre nos sorprende.
Las derivadas de esa intersección:
Aunque esto visto así, parece de cajón, el caso es que muchos proyectos fracasan o no se finalizan con los estándares de calidad y eficiencia previstos porque no se tiene en cuenta cómo estos elementos interactúan.
A todos nos vendría bien como proveedores y como clientes, según el rol que nos toque en cada caso, recordar estas interacciones y sus incompatibilidades. Seguramente seremos más realistas, consigamos mejores resultados y nos llevemos menos sorpresas.