Inmersos en el verano, como cada 4 años llega el gran evento que esperamos los aficionados al fútbol de todos los rincones del planeta: La copa del mundo, pero este año, al margen del hecho de que se celebre por primera vez en tierras africanas desde que se iniciase allá por 1930 en Uruguay, partimos de una extraña singularidad, por primera vez la selección española de fútbol parte como la gran favorita.
Resulta extraño que la selección española de fútbol nunca haya partido como favorita, sobre todo si tenemos en cuenta que a nivel de clubes España es uno de los países más poderosos de Europa, los triunfos europeos del Real Madrid, el F.C. Barcelona, el Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla, Athletic de Bilbao, etc. así lo atestiguan.
Ni el paso de jugadores de la categoría De Alfredo Di Stéfano, Zarra, Gárate, Kubala, Luis Suárez, Gento, Luis Aragonés, Iribar, Amancio, Butragueño, Raul, Zubizarreta, Fernando Hierro y tantos otros, nos había augurado nunca nada más allá del temido y fatídico partido de cuartos de final hasta la llegada de esta nueva generación de futbolistas que durante el verano de 2008 conquistaron nuestra segunda Eurocopa de naciones.
Todo comenzó cuando Luis Aragonés fue nombrado seleccionador nacional en 2004. Luis, un hombre de fútbol respetado por su larga trayectoria como jugador y entrenador de fútbol, tenía un apoyo popular mucho mayor que los anteriores seleccionadores. Coincidiendo con su llegada, una nueva hornada de jugadores jóvenes que habían ganado numerosos torneos internacionales con las selecciones inferiores empiezan a pedir paso hacia la categoría absoluta.
A partir de ahí empiezan una serie de decisiones muy acertadas que empiezan a convertir a todos estos jugadores en un bloque muchos más compacto; un verdadero equipo:
Con todos estos cambios en marcha, la selección se clasificó para el mundial de Alemania de 2006, entre ciertos recelos por el cambio de sistema de juego y las dudas de si determinados jugadores, ya veteranos, debían seguir vistiendo la camiseta española.
Pasamos la fase de clasificación de manera brillante y en octavos, nos eliminó Francia. A pesar del excelente trabajo realizado nos había pasado lo de siempre. No nos sentíamos campeones.
¿Qué elementos nos faltaban para lograr la combinación ganadora?
Podríamos resumirlo en tres palabras: tiempo, trabajo y persistencia.
Luis Aragonés estuvo a punto de abandonar su puesto tras el fiasco de Alemania, pero confiando en su proyecto y en el trabajo bien hecho, continuo con ilusión camino de la Eurocopa de 2008 de Austria y Suiza.
Con la columna vertebral de dos años atrás y algunas jóvenes incorporaciones como Andrés Iniesta, David Silva y Santi Cazorla, volvió a darle el mando del equipo a “esos locos bajitos” del centro del campo. Clasificados para el europeo iniciamos nuestra participación, pasando brillantemente la primera fase con tres victorias. El partido contra Italia fue resuelto en la tanda de penaltis gracias a una magnífica acción del portero: Iker Casillas; en semifinales estamos eufóricos, hemos pasado el fatídico corte de cuartos y jugamos contra Rusia, a la que ya hemos ganado en fase previa. Ganamos 3-0 y los alemanes nos esperan en la final.
Por primera vez miramos a los alemanes y no nos parecen tan altos, ni tan grandes, ni tan fuertes. Somos más bajitos, pero también sabemos que somos mejores. En el minuto 33 Torres aprovecha un pase entre líneas de Xavi, supera al defensa Lahm y picando la pelota evita la salida de Lehmann. Es gol y nos valdrá nuestra segunda Eurocopa.
Con un nuevo seleccionador nacional: Vicente del Bosque y algunas pequeñas modificaciones en la plantilla y el sistema de juego, el equipo se ha clasificado para la fase final de la copa del mundo en Sudáfrica.
Tras 3 partidos de la liguilla previa a octavos, que han arrojado más sombras que luces, Portugal nos espera en el partido de octavos.
Quizás algunos jugadores estén faltos de forma tras haberse recuperado hace poco de sus lesiones, el esquema de juego parece quizás más difuso, menos claro y la afición empieza a discutir los onces iniciales del entrenador.
Ahora que hace falta encontrar la estabilidad puede ser el momento de recordar las claves que nos llevaron a trabajar totalmente conjuntados como un verdadero equipo, alcanzando metas y obteniendo importantes logros. Es el momento de persistir en nuestro empeño, apost