"El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo " Proverbio japonés
"Síndrome de la amapola alta", dicho así, igual nos cuesta entender a que se refiere. Un poco de historia seguro que nos deja la cosa más clara.
Heródoto, Las historias.
"Periandro había enviado un heraldo a Trasíbulo de Meleto para consultarle de qué forma podía él gobernar mejor y de forma más segura su ciudad. Trasíbulo condujo al hombre enviado por Periandro fuera de la ciudad, y lo llevó a un campo sembrado. Mientras caminaba entre el trigo, preguntando constantemente por qué el mensajero había ido a verlo a él desde Cípselo, iba cortando los brotes más altos de trigo que veía a su paso, y los arrojaba al camino, hasta que hubo destruido la mejor y más rica parte de su sembrado. Luego, regresó a su morada y sin una palabra de consejo, despidió al heraldo. Cuando el heraldo regresó a Cípselo, Periandro estaba ansioso por escuchar el consejo que había traído el heraldo, pero el hombre le explicó que Trasibulo no le había dado ninguno. El heraldo agregó que en realidad lo había enviado a ver a un hombre muy extraño, un loco y destructor de sus posesiones, y le contó a Periandro lo que le había visto hacer a Trasíbulo. Sin embargo, Periandro, comprendió lo acontecido, e interpretó que Trasíbulo le había aconsejado cortar a aquellos ciudadanos que tenían habilidades o influencias fuera de lo común; por lo que comenzó a tratar a sus ciudadanos de una forma desconsiderada y malvada.
Y he aquí la respuesta. No es que el deseo de anular a quienes destacan sea algo reciente y motivado por los tiempos que corren. Por lo visto, ya los griegos hacían uso de dicha política. La cosa es que viniendo de manos de dos tiranos, como los que se menciona en el pasaje, tiene su lógica, ningún tirano que se precie puede reconocer el talento y buen hacer de otro. Lo que ya resulta algo más difícil de justificar, es que, habiendo pasado unos cuantos siglos, algunos sigan cultivando el mismo estilo.
Este fenómeno no aplica sólo a jefes o responsables, quien no ha visto mirar mal a un compañero que destaca en algo, ha oído comentarios negativos o algo peor, simplemente porque alguien es mejor que alguien...
En definitiva, el síndrome de alta exposición o de la amapola alta se usa para describir el fenómeno social en el que la gente con algún tipo de logro o mérito es criticada, odiada y hasta atacada, precisamente porque han destacado por sus habilidades y logros.
La sociedad emite mensajes contradictorios. Explícitamente se nos invita a destacar, a ser genuinos o a diferenciarnos del resto, pero, por otro lado, como señaló Solomon Asch: "Formamos parte de una sociedad que tiende a condenar el talento y el éxito ajenos". A quienes destacan, muy frecuentemente se les critica o se busca minimizar su talento o sus logros, ya que en muchos casos se percibe como una amenaza. El problema es que las personas que sobresalen pueden ser percibidas como un peligro para el ego de quien no se siente a la altura. Aunque se nos llena la boca hablando de "talento", cuando de verdad damos con él, a veces se nos hace bola y nos cuesta digerirlo. A algunas personas les resulta complicado apreciar de manera genuina los logros o cualidades de los demás. Una de las grandes contradicciones en los seres humanos tiene que ver con esta dificultad para apreciar honestamente las virtudes de otro, sin sentirnos molestos por ello.
"Existe algo mucho más escaso, exquisito y raro que el talento: el talento de reconocer a los talentosos". Elbert Hubbard.