Reunidos en un iglú

La idea de escribir este post surgió a raíz de una entrevista que el director comercial del grupo y yo, mantuvimos con el Director de Recursos Humanos de  AF Steelcase la semana pasada. No sé si conoceréis esta empresa, pero para aquellos que no la conoceis, contaros que es una empresa líder mundial en muebles de oficina. Dicho así,queda muy pequeño, como nos comentó el Dir. de RRHH, pero cuando entramos en sus instalaciones y vimos la pequeña exposición de mobiliario que allí tenían, no quedamos enormemente sorprendidos.

Uno piensa en muebles de oficina y piensa en sillas y mesas, pero allí, había algo más,  un concepto totalmente diferente de entender el negocio,  que fue lo que a mí particularmente me sorprendió y encantó al mismo tiempo. Se trataba de crear espacios para la eficiencia a través de hacer que las personas se sintieran a gusto en sus puestos de trabajo. Se pasa de ofrecer un producto a ofrecer un servicio: de vender una mesa, a vender comodidad, satisfacción, eficiencia, etc.

Para empezar, la reunión se produjo en el sitio más diferente en el que hasta ahora nos hemos reunido,  aunque seguimos abiertos a todo y no descartamos nuevas posibilidades.

A mi me recordaba  a un iglú, ya que se trataba de un habitáculo redondo y blanco,  con un asiento corrido también redondo, abierto es su parte superior y con una mesa central, formada por un tubo sobre el que se iban apilando papeles en forma circular, con un agujero central como el de un CD. y que servia como bloc de notas, curiosísimo. Según nos explicó el Dir. de RRHH ,David Martín Álvarez, el concepto está inspirado en las tiendas Yurt tradicionales utilizadas por los pastores nómadas en Mongolia. Allí este tipo de construcciones sirven como punto de reunión y conexión social para todos los miembros de la comunidad.En la foto siguiente podeis ver una de estas tiendas tradicionales de los pastores.

La idea que ha desarrollado AF Stellcase es, basándose en estas tiendas, crear un espacio relativamente pequeño, donde puedan reunirse varias personas (entre 6 y 8)  con total comodidad, comunicarse unos mirándose a otros, y con una total intimidad y  aislamento acústico que fomenta la concentración.

Esto me hizo pensar sobre lo importante que son los lugares de trabajo y que las personas nos sintamos cómodas y a gusto con los espacios en los que tenemos que pasar gran parte de nuestra vida. Me dí cuenta, como la reunión transcurrió en un tono de cordialidad y cercanía seguramente porque el propio espacio en el que nos encontrábamos daba pie a ello.

Tal vez, si cuidamos más los espacios de trabajo, es posible que incluso hasta consiguiésemos que la eficiencia y eficacia aumentasen. Qué hay mejor que unas personas trabajando en un espacio que además de parecerles bonito estéticamente, está pensado para facilitar la concentración a través del aislamiento acústico, está pensado para sentarse cómodamente y que las ideas fluyan, está pensado para que los interlocutores puendan mirarse a los ojos y facilitar la comunicación, está pensado para que en definitiva uno sienta su espacio de trabajo como algo propicio y facilitador de su labor diaría y que le ayude la consecución de objetivos.

 La verdad es que algo tan simple como, el cómo se distribuyen unas mesas y unas sillas puede condicionar el transcurso de una reunión de manera tan importante.