Una reflexión sobre lo importante, hecha con mucho humor.
Hace algún tiempo hablamos de los premios Ig Nobel (post del 05/02/10, "Aprendiendo de lo absurdo"). Como eran los comienzos de nuestro Blog, es posible que mucha gente no lo haya leído, así que haré un breve resumen para poneros en situación.
Los premios Ig Nobel están otorgados por la asociación Improbable Research, que se dedica a recopilar investigaciones que, según ellos mismos, "primero nos hacen reír, y luego pensar". Y, efectivamente, así es. Porque las investigaciones premiadas, si por algo se definen es por ser, cuanto menos, curiosas.
Aunque pueda parecer increíble, se trata de investigaciones serias, llevadas a cabo por profesionales de distintas disciplinas, avaladas por las universidades más prestigiosas del mundo. De hecho, los premios se resuelven en las mismas fechas que los Nobel originales y son copatrocinados por varias sociedades relacionadas con la Universidad de Harvard. Incluso, algunos de los premios son entregados por varios de los ganadores de los Nobel auténticos.
Explicar esto es importante, porque la primera idea que nos puede venir a la cabeza cuando vemos cuáles son las investigaciones premiadas es: "Esto es una tomadura de pelo, ¿no?".
Pues no. Como decíamos, el objetivo de estos premios es hacer pensar a la gente y, sobre todo, analizar la importancia de las cosas.
Yo, siempre que veo estas investigaciones me pregunto, "¿A quién se le habrá ocurrido estudiar eso?, "¿No tienen otra cosa en la que gastarse el dinero?".
Me llama la atención, sobre todo, en estos tiempos de crisis, en los que los presupuestos se recortan a diestro y siniestro, que se destine dinero a estas investigaciones. Y no porque piense que es dinero malgastado, sino por cómo habrán conseguido convencer a alguien de que es necesario hacer esa inversión.
Y es que cuando se recorta, el concepto "importante" se vuelve aún más subjetivo.
Todas las organizaciones reconocen que las personas son su mayor valor, pero a la hora de recortar, lo primero que se eliminan son aspectos como la formación. Si las personas son lo importante, ¿cómo es posible que sea lo que puede incrementar su competencia, sus conocimientos y habilidades, su motivación, su capacidad de gestión y organización... en resumen, su eficacia lo primero que se elimine?
Desde los departamentos de formación y las consultoras deberíamos hacer examen de conciencia para analizar qué hemos hecho mal durante este tiempo para que ahora, durante las vacas flacas, se nos considere prescindibles cuando, realmente, en nuestras manos está la mejora de lo más valioso de la organización: las personas.
Dejo esta pregunta en el aire, con la esperanza que alguien pueda contribuir con sus reflexiones sobre la importancia real y percibida de la formación para las organizaciones y, como es viernes, acabo con algo más desenfadado que, espero, os haga, al menos, sonreír.
Aquí están los premios IG Nobel 2010 (tomado de la Wikipedia), otorgados la semana pasada: