La motivación e implicación de los trabajadores de una organización son factores clave para la permanencia y competitividad en un mercado cada vez más exigente.
Los individuos que componen las empresas constituyen la fuente principal de su ventaja competitiva, otorgando rasgos distintivos a las organizaciones.
La motivación juega un papel fundamental en la situación actual en que vivimos, que se encuentra marcada por las comunicaciones y la "sobredosis" de información. El punto clave es que los individuos constituyen la diferencia entre entre una organización y otra.
La motivación es uno de los medios a través de los cuales una organización puede asegurar la permanencia de sus empleados, y al mismo tiempo apostar por su competitividad y continuidad en el mercado. Para demostrar su importancia solo basta imaginar qué ocuriría si en una gran multinacional del sector tecnológico, por poner un ejemplo, sus top programadores dejaran sus puestos. La consecuencia inmediata seria bastante catastrófica.
El estudio del comportamiento humano resulta ser un campo muy arduo, y a pesar de haber realizado grandes avances, también ignoramos muchos de sus fundamentos, pero por la experiencia y los conocimientos adquiridos hasta el momento podríamos trazar una analogía entre la motivación (extrínseca) y el combustible. La motivación haría las veces de combustible que permitiría impulsar al hombre en sus acciones. Si el combustible es de calidad adecuada posiblemente nos permitirá llegar al objetivo, pero si su calidad es baja en algún momento podemos quedarnos en el camino.
Si bien no existe una formula mágica para conquistar la voluntad de las personas, y teniendo en cuenta las diferencias entre individuos, es posible realizar algunas predicciones acerca de los motivos que actúan como motores de nuestras acciones. Las varias teorías existentes sobre la motivación tratan de arrojar luz a este respecto.
Lo realmente importante es encontrar el equilibrio en los modos por los que una organización puede motivar e implicar a sus trabajadores. Muchas de las políticas de motivación lanzadas no acaban de conseguir los fines para lo que fueron concebidas.
Por mi parte creo que lo realmente útil es que los responsables comprendan la importancia y el valor que las distintas personas aportan a la organización, pero también éstas han de aprender a valorar y a implicarse con las organizaciones a las que pertenecen. Es una cuestión de reciprocidad en donde se trata de conseguir el balance ganar-ganar. Gana la empresa al contar con personas motivadas, comprometidas, implicadas, ilusionadas, etc y ganan en seguridad, confianza, continuidad, futuro las personas al trabajar en empresas por las que ellos mismos apuestan, confiando y participando de forma activa y comprometida en el futuro de sus propias organizaciones.
Al fin y al cabo, el futuro de las empresas depende de sus personas y el futuro de las personas depende de sus empresas, si ambos apuestan mutuamente, su apuesta de futuro será más segura y probable.