De camino a Santiago

Estos días estoy haciendo algo que muchos de vosotros ya habréis hecho en alguna ocasión o habéis pensado en hacer, el Camino de Santiago. Aunque no hemos podido disponer de todos los días necesarios para hacer el camino francés completo (desde Roncesvalles), cuatro etapas en bici son una buena muestra del camino y de todo lo que en él puedes ver, descubrir, reflexionar o vivir.

Durante el camino tienes mucho tiempo para meditar, para reflexionar, para debatir, para arreglar el mundo y para arreglarte tu propia vida, tanto si vas solo como en grupo. Me costaría seleccionar alguna de las reflexiones, pensamientos o emociones que te surgen a cada paso, o en este caso a cada pedalada. Además, estas reflexiones van variando a lo largo de cada situación. Cuando vas subiendo un puerto agotado y sin aire, cuando te paras a descansar, cuando vas charlando animosamente con los compañeros, cuando te quedas solo y vas contemplando el camino, cuando charlas con los peregrinos de diferentes nacionalidades y estilos de vida, cuando llegas al final de una etapa con la satisfacción de haberlo conseguido o cuando inicias una nueva con la ilusión de conseguirla.

Me quedo por tanto con una reflexión, de todas ellas. ¡Qué sano es meditar! Desconectar y buscar un espacio en el que no das la espalda a tu vida y a tu realidad, sino la observas desde otro punto de vista. Hay muchos lugares y maneras de hacerlo. Pero reflexionar haciendo camino, es especialmente, en mi opinión, profundo. Las condiciones que se dan te ayudan a ir recorriendo toda una serie de emociones, mezcla de sensaciones físicas y espirituales.

No importa los motivos que tengas para hacer el camino. Tanto si son religiosos como no, el camino te ayuda y te vas dejando contagiar de todos los que van haciendo el camino.

Para los que trabajan más directamente en formación, estoy seguro, que una formación outdoor basada en la realización de varias etapas del camino, bien andando, en bicicleta o a caballo, lograría un alto impacto viviencial. Tomaremos nota e igual  sorprendemos a algunos de nuestros clientes con una apuesta en esta línea.

Bueno, y como todavía me queda camino por hacer, dejo el PC y me subo a la bici para seguir disfrutando. Uno de los compañeros de viaje, gran periodista y deportista, va narrando el camino, aunque él comenzó desde Madrid solo y con alforjas unos días antes de juntarnos en Rabanal del Camino. Todo está en http://periodistamotor.com

Como se dice por aquí: "¡Buen Camino!"