"Quien no haya sido alguna vez en su vida docente, que tire la primera piedra..."
Hoy es el Día Mundial de los Docentes. Este se conmemora cada año el 5 de octubre, para celebrar la función esencial del profesorado en la prestación de una enseñanza de calidad en todos los niveles. En la efeméride se conmemora también el aniversario de la firma, en 1966, de la Recomendación conjunta de la UNESCO y la OIT relativa a la condición del personal docente.
Aunque el término docente esté asociado a una enseñanza reglada que tiene lugar en los primeros años y antes de la incorporación al trabajo, me gustaría incluir a todas las personas y entidades que, como la nuestra, están dedicadas a la enseñanza o la formación. También habría que incluir a todas las personas de los departamentos de formación cuya labor es gestionar los recursos para que el conocimiento llegue a todos los componentes de la organización. Y como no a todos los formadores internos que destinan horas y esfuerzo a transmitir el know-how en los puestos de trabajo.
El conocimiento es un bien muy preciado. Desde el conocimiento conceptual, teórico hasta el más práctico e instrumental, el conocimiento es uno de los pilares del ser humano. Ese conocimiento es cierto que llega de la observación, la reflexión, la experimentación, el descubrimiento, etc. Pero en un momento dado, esa persona que tiene el insight, que recoge de la naturaleza, del entorno, de la vida, una pequeña porción de conocimiento las transmite a otras personas. Y esa acción de "docencia" es la que hace que el ser humano sea grande, que posea tanta información y tantos conocimientos sin la necesidad de ser el mismo quien tenga que ocuparse de obtener la respuesta de todo.
Y el conocimiento desvelado, bien sea de boca a boca, a través de un libro, a través de internet, se transmite entre un emisor y un receptor. Una persona será "la que enseñe" como dice la RAE. Y esa enseñanza irá por diferentes canales hasta "el que aprende".
Hasta los "veintipocos" estamos en la guardería, en la escuela, en la universidad, estudiando, aprendiendo, haciendo acopio de los instrumentos básicos y necesarios para afrontar la vida laboral y personal. Y cuando nos incorporamos a esta vida fuera de las aulas es cuando comenzamos a "aprender a hacer" que es realmente lo que nos va hacer formar parte de la sociedad, lo que hará que consigamos nuestro sustento. Y casi siempre, detrás de ese "aprender a hacer" habrá un "docente" bajo la piel de un compañero, un jefe, un formador o consultor, uno mismo...
En este día, dedicado a la enseñanza me atrevo a decir: "Quien no haya sido alguna vez en su vida docente, que tire la primera piedra...".