Confía en el nuevo año que acaba de comenzar.

La confianza en el futuro es la mejor apuesta para que las cosas vayan como deseamos.

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Nuria Fernández López

Comienza un nuevo año en el que se combina por un lado la ilusión que siempre nos acompaña en éstas fechas de llevar a cabo montones de propósitos, compromisos,  y por otro lado un cierto miedo ante la avalancha de catastrofistas predicciones.

No podemos evitar, salvo que ni oigamos la radio, ni veamos la TV, ni leamos la prensa, ni conversemos con amigos, vecinos o conocidos, recibir el mensaje de "el 2012 va a ser terrible". En los últimos años ya nos hemos acostumbrado a comenzar el año con este tipo de predicciones, pero este según todos va a se todavía peor. Es tal vez por este motivo que mi impresión es que este año no se respiraba en las fiestas esa ilusión e incluso alegría que otras veces nos embarga en estas fechas, y en las que nos sentíamos motivados para llevar a cabo cambios en nuestras vidas con la llegada del nuevo año. Hay como una cierta indefensión en el ambiente, una cierta actitud de resignación.

No puedo evitar pensar como las cosas van a ir bien con esta predisposición negativa, para algunos realista. En este blog hemos analizado en muchos post la importancia que tienen las actitudes, y la forma en que enfrentamos las situaciones en los resultados que obtenemos en distintas facetas de la vida. Por otra parte llevamos también varios años hablando del asunto de la confianza, la falta de confianza es lo que nos ha llevado hasta aquí "dicen los expertos". A mi no me cuadra una cosa con la otra. Con el bombardeo de mensajes derrotistas que recibimos, cómo vamos a tener confianza.

Yo que dirijo una empresa que en el último año no ha tenido que despedir a sus empleados, sino contratar a nuevos, en la que afortunadamente estamos desarrollando multitud de proyectos, confieso que si no oyera las noticias me sentiría como responsable feliz por el éxito alcanzado, sin embargo, es como si los mensajes diarios minimizaran los logros conseguidos.

En muchos momentos creo que lo mejor es hacer oídos sordos, seguir hacia delante con entusiasmo, confianza, mantener el esfuerzo y la mirada fija en los objetivos que uno pretende alcanzar, sabiendo que los caminos de largo recorrido no son fáciles, que hay altibajos y que eso forma parte del proceso.

 

 

 

En este año debemos hacer un sobreesfuerzo por confiar en lo que hacemos, manteniéndonos constantes es nuestro objetivo y sin perder de vista que el esfuerzo, la constancia, el tesón, la ilusión y la confianza serán nuestros mejores aliados.

 

Os deseo que cada día de este año os acompañe la confianza y la ilusión en cada uno de los proyectos que emprendáis.

 

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