Hoy he compartido tres reflexiones en distintos momentos del día y con diferentes compañeros que me gustaría compartir con vosotros.
La primera de ellas está relacionada con el trabajo. No importa la complejidad del proyecto que se lleve a cabo, las exigencias técnicas y tecnologícas, la creatividad y capacidad de resolución de problemas puesta en práctica, finalmente, el éxito del trabajo depende de las interacciones humanas. Así que, para que el proyecto sea un éxito, tienes que estar con una mano desarrollando el proyecto a nivel técnico y con la otra manejando a todos los componentes implicados en el mismo, porque sino es así, y si la parte relacional no es exitosa, tampoco lo será el proyecto.
La segunda reflexión llegaba a la hora de comer. Dado el buen tiempo que hacía hoy, decidimos comer en la terraza. En la sobremesa, mientras tomábamos el café y disfrutando del buen tiempo, del sol, del momento de paz antes de regresa nuevamente al trabajo, y observando al resto de personas que estaban en la mismas condiciones alguien comentó: "Con todo lo mal que se supone que estamos en España, en relación a los paises de Europa, en estos momentos todos están trabajando duramente para poder tomarse unas vacaciones de unos días en las que disfrutar de este tiempo y esta calidad de vida, de la cual nosotros gozamos, incluso en lo días laborales".
Y la tercera reflexión fue a continuación. La verdad es que, a pesar de disfrutar del sol, inquieta el hecho de tener estas temperaturas, de que no llueva, de los incendios, de las consecuencias de la excasez de agua que previsiblemente vamos a tener. Y nos lamentamos porque en estas cuestiones no hay una posibilidad de rescate.