Hace unos años me encontraba por estas fechas en Portugal. Había ido con mi grupo de música de aquella época a dar un concierto a un pequeño pueblo cerca de Coimbra. Durante el viaje, íbamos atravesando multitud de áreas urbanas, pueblos, urbanizaciones, etc. Me llamaba la atención profundamente que en casi todas las casas y durante todo el trayecto ondeaba la bandera de Portugal. Me gustaba la imagen de ver tantas banderas, pensaba "qué orgullosos se sienten los portugueses de su país, qué envidia". Desde luego esa imagen era imposible verla en España.
Lo comenté con mis compañeros de viaje y enseguida me aclararon que tan llamativo despliegue del símbolo nacional se debía a que era la Eurocopa. Por aquel entonces estaba más centrado en la música y el mundo del futbol era bastante desconocido para mí.
En cualquier caso me gustó ver esa imagen. Y sin saber muy bien porqué, pensé que me gustaría poder ver esa misma imagen en nuestro país.
Este fin de semana, paseando por Salamanca, me recordó al Portugal de aquel año. Cientos de banderas estaban expuestas en los pisos, en los coches y en las camisetas de la gente. En muchos sitios más me consta que es así.
Esta vez ya estaba más puesto en los temas de futbol. ¿Quién no, después del mundial?
Aunque hoy haya ganado España a Portugal en semifinales, me he imaginado también a nuestros vecinos portugueses con todas sus casas engalanadas.
Más allá del futbol, creo que es bueno que las personas que se agrupan bajo una identidad común se sientan orgullosas de ello. Considero que cada éxito que tiene "la roja", el resto de tan buenos deportistas, actores, científicos, empresas, etc., hace que la marca España tenga un mayor prestigio y valor. En este sentido, los colores que representan esta marca simbolizan todo lo anterior y mostrarlo con orgullo alimenta esa propio autoconcepto.
Habrá quien piense que es mejor tener una visión más cosmopolita y menos nacionalista. Y estoy de acuerdo, pero igual que uno tiene en su fondo de armario una camiseta con la bandera de EE.UU, de Reino Unido o de cualquier otro país, pueda tener también una de España sin sentirse que es raro, que es cutre o que es políticamente incorrecto.
En definitiva, sea bienvenida cualquier cosa que nos haga estar orgulloso de nuestra cultura, nuestras raíces o nuestra forma de ser.