Qué pérdida de tiempo y de energía, eso es lo peor.
Seguramente habrás conocido a alguna persona tóxica en tu vida. Peor es si en estos momentos compartes vida con ella, laboral o personal. No vamos a dar por supuesto que las personas tóxicas no están leyendo este post y de esta manera hablar en tercera persona de ellas. Tú puedes ser una persona tóxica. Es más, puede que yo sea una persona tóxica.
Desconozco si existe una definición más o menos formal para describir a una persona tóxica. En realidad mi motivación para escribir el post es más de desahogo personal que de contribución académica, razón por la cual lo ubico dentro del apartado "Reflexión" y no "Artículo". Porque para luchar contra las personas tóxicas uno busca forma de catarsis como es el hecho de hablar de ello, en este caso escribir, o puede que simplemente sea un síntoma más de la toxicidad recorriendo tu cuerpo.
Por tanto, para mi, una persona tóxica es aquella que una vez comienzas una relación con dicha persona, tu saldo de energía es siempre negativa. Comienza una andadura por un valle de lágrimas. Son personas con las que sufres en tu relación, o te hacen sufrir, pero que además no puedes zafarte de ellos. Es uno de esos casos donde no se cumple lo de "dos no pelean si uno no quiere", o al menos aparentemente.
Son personas que habitualmente tienen mucha negatividad, resentimiento, envidia, celos, crítica, frustración, baja autoestima, necesidad de ser reconocidos, aprobados y ser importantes. Aunque también hay otras que muestran pasividad y se hacen pasar por mosquitas muertas, son los llorones, necesitan de tu ayuda constantemente, los de la vela perpetua, los solitarios, critican incansablemente a los demás y despiden con su actitud, lástima. Estas segundas son también tóxicas pero de otra manera. Digamos que las primeras son activos en el sentido de que tú eres el foco de sus comportamientos, y en el segundo caso eres como un "fumador pasivo" que te vas contaminando del halo de su permanente comportamiento tóxico, aunque no vaya dirigido hacia ti.
En cualquier caso estas personas son desgastantes, porque te chupan la energía, tu tiempo, tu motivación y entusiasmo, que a ellos les falta. Quizás sea más fácil describir el tema a través de cómo uno se siente más que de lo que hacen ellos. Normalmente tus propias emociones y sentimientos son el mejor indicador de que te encuentras ante una persona tóxica. Lo que ocurre es que, cuando aparece este indicador, suele ser ya tarde, en el sentido de que has caido en la trampa.
Yo creo que no siempre es fácil descubrirlos a la primera. En principio puedes pensar que te encuentras ante situaciones conflictivas que puedes resolver con tus habilidades y voluntad. Es en ese momento, cuando te das cuenta de que tú puedes ser parte de una situación conflictiva y decides solucionarlo, "enterrar el hacha", solventar los problemas, "fumar la pipa de la paz", etc., en ese momento te das cuenta de que es imposible. Estás atrapado. Hagas lo que hagas estás perdido. No hay manera de enfrentarte a ello porque ambos estáis en dos dimensiones de la realidad.
Un sentimiento muy típico es cuando llega el momento en que lo único que quieres es no "estar cerca" de esa persona, no tener nada que ver con ella. No quieres ni siquiera que haya justicia divina y que "pague por sus pecados", no deseas afrontarlo y solucionarlo o ganar la batalla. Lo único que quieres es escapar, o que desaparezca. Quieres huir. Te sientes incapaz de manejar la situación. Sientes que siempre estás perdiendo y te dedicas horas y horas a hablar sobre el tema, a despotricar, a mostrar tu ira, desesperación.... Qué pérdida de tiempo y de energía, eso es lo peor.
¿Realmente hay personas tóxicas y personas que no lo son? Pensando en este tema, y a pesar de estar hablando de personas tóxicas, creo que, aunque es cierto que hay personas que son altamente tóxicas de manera permanente global y en todas las circunstancias de su vida, creo que también se debería hablar de relaciones tóxicas, incluso de comportamientos tóxicos.
Hay relaciones tóxicas en el sentido de que dos personas, que en su relación con otros mantienen una normalidad, pueden coincidir, con unas características terminadas y crearse una relación tóxica. Dos personas que, como dos componentes químicos, al mezclarse, provocan una reacción con alta toxicidad. Las personas externas que lo viven desde fuera son capaces de visualizar dicha relación extrapolándola de la persona. No son dos personas tóxicas, su relación es tóxica.
Y por último hay comportamientos tóxicos. Entre otras cosas porque no todos los tóxicos muestran el mismo comportamiento. Por desgracia hay una amplia variedad. Pero es cierto, que hay personas que pueden tener solamente uno. Eso no nos convierte en personas tóxicas pero sí cuando ponemos en juego dicho comportamiento.
Por último, señalar, que en el enfrentamiento con una persona tóxica, una de las consecuencias que pueden acabar ocurriendo es que la otra persona llega a la conclusión que "tú eres una persona tóxica". Suele ser cuando en lugar de huir o adoptar una actitud más adecuada, te enfrentas indignado, con ira y tomándotelo como una afrenta que debes responder. Además de estar perdido, puedes convertirte en una persona tóxica para la persona tóxica.
¿Cómo detectarlos? ¿Cómo combatirlos? ¿Cómo saber si uno mismo es tóxico, tiene una relación tóxica o algún comportamiento tóxico?
Vete pensando primero ¿quién es el portador de las toxinas que atacan tu alma?