Desmotivación e Indefensión son dos cuadros psicológicos que pueden llevar a la inhibición del comportamiento, aunque por razones distintas y con consecuencias diferentes.
Son tantos los términos que definen diferentes estados psicológicos que a veces resulta difícil la distinción entre ellos.
Sucede esto por ejemplo en el caso de estrés vs burnout, mobbing vs conflictos laborales, emoción vs sentimiento, ansiedad vs estrés, autoestima vs autoconcepto, entre otros. Aunque en un principio la distinción entre ellos pueda carecer de interés, cuando nos preocupan al punto de pensar en buscar soluciones, esta diferencia resulta clave, ya que de ello dependerá el éxito de la intervención. Cada estado se define de una manera concreta, tiene unas causas o motivaciones y unas consecuencias específicas. Los procesos de intervención han de estar en sintonía con todas ellas.
Hoy me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre dos estados que la tan reiteradamente nombrada "crisis" está haciendo aflorar en muchos de los perfiles profesionales de las organizaciones: desmotivación e indefensión.
Desmotivación e indefensión son dos cuadros totalmente diferentes que requieren tratamientos y actuaciones también distintas.
Acerca de la motivación hemos escrito ya muchos post es este blog. No tantos, hablando de desmotivación, que sería el polo negativo del mismo concepto.
La motivación hace referencia a aquello que empuja al individuo a llevar a cabo determinados comportamientos de cara a conseguir un objetivo y/o resultado.
En el polo opuesto, la desmotivación, se refiere a un sentimiento de desesperanza ante los obstáculos, un estado de angustia , pérdida de entusiasmo, disposición o energía.
Es obvio que muchos profesionales y no profesionales, cualquier persona para ser más exacto, con la actual coyuntura, puede estar pasando por un estado emocional, en el que ha perdido, el interés, la ilusión, la implicación, la satisfacción, las ganas, etc., diremos que está desmotivado.
La indefensión es un estado psicológico que se caracteriza por la paralización del comportamiento, motivado por una falta de control sobre los resultados y consecuencias de la propia conducta.
Uno siente indefensión cuando haga lo que haga las cosas no cambian, los resultados no llegan. Las consecuencias de los comportamientos o conductas son totalmente impredecibles y nada tienen que ver con el esfuerzo personal, la persona aprende que nada de lo que hace sirve para nada, generando frustración, miedo e inhibición.
Mientras en la desmotivación no hay esfuerzo, porque no se siente interés, en la indefensión se conserva el interés, la implicación, las ganas, el estado psicológico surge porque nada de lo que se haga da resultado de cara a conseguir los objetivos marcados, desembocando finalmente en una actitud de pasividad e inhibición.
En lo que respecta a la parte práctica, en cuanto a la intervención, en el caso de la desmotivación, deberemos centrar nuestra intervención en generar motivadores tanto intrínsecos como extrínsecos como motores del comportamiento. En el caso de la indefensión, deberemos enseñar y ayudar al individuo a confiar en sus esfuerzos y a realizar atribuciones externas y específicas de las situaciones, por ejemplo, un vendedor puede vender menos, no por su falta de implicación e interés, sino porque el público o mercado objetivo ha disminuido de forma clara, con lo que no cumple objetivos a pesar de sus esfuerzos continuos. Habrá que ayudarle de tal forma que sea capaz de ver que al final el esfuerzo si se verá recompensado, aunque en el corto plazo no se consigan los resultados esperados. Aunque pueda parecer que esto raya las conductas de irresponsabilidad personal, echando "balones fuera", en la indefensión hay que tener claro que el estado de inactividad o parálisis se genera después del fracaso continuo ante los muchos esfuerzos e intentos por alcanzar un objetivo sin resultado.
Antes de poner en marcha ninguna solución a un problema, realidad o circunstancia, debemos asegurarnos de qué hablamos realmente, ya que podemos encontrarnos que estamos llevando a cabo acciones que con seguridad no tendrán ningún impacto o incluso puede ser negativo.