Carpe diem, locución latina que utilizamos para decir " vive el momento".
Solemos acoger con naturalidad el hecho de que los adultos vivamos en el futuro a medio y largo plazo. Si hoy es lunes estamos, con suerte, en agenda del martes o miércoles.
Del mismo modo, sabemos que nuestros abuelos residen con mayor frecuencia en su pasado y que son los niños los que con diferencia saborean al máximo el aquí y ahora.
Todos tenemos la experiencia de estar "en cuerpo" en un reunión, trabajo, comida y "en mente" a cierta distancia cognitiva y/o emocional.
Desde la tradición budista y bañada por estudios científicos nos llega la propuesta de MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA. Vivir aquí y ahora porque, básicamente, es lo único que tenemos y porque, ya nos lo dijo John Lennon, "la vida es eso que pasa mientras pensamos en otras cosas".
Cierra la mano. Dedícate unos segundos a experimentar lo que sientes. Ahora ábrela muy despacio, desplegando la palma, los dedos y estirando muy lentamente. Lo hacemos continuamente sin ser conscientes y es una modesta aventura adentrarse en la experiencia de sentir la tensión de los dedos, su separación, el aire que fluye entre ellos. Simplemente, ser consciente de algo que acontece: la vida.
El Mindfulness es la habilidad que consiste en estar presente, descansar en el momento. Significa experimentar la vida directamente, tal y como va sucediendo, en lugar de estar distraído, atrapado o perdido en el pensamiento.
¿Hay alguna técnica que nos ayude? LA MEDITACIÓN.
Vamos a intentarlo. Sin moverte de donde estés sentado, deja las cosas y reposa los brazos sobre las piernas. No necesitas sentarte de un modo especial. Cierra los ojos y permanece así dos minutos. Centra tu atención en la respiración. No la fuerces, simplemente observa como entra y sale el aire. Vendrán pensamientos. Déjalos marchar y si detectas que te has enganchado con alguno vuelve tranquilamente a la atención de la respiración. Dos minutos para entrar en la experiencia del presente.
Ser observador del ajetreo mental a través de la atención plena a la respiración, a los sonidos, o sensaciones físicas es el inicio del camino de Mindfulness, una forma de entender sin juicios, con aceptación. No, no es algo extraño, sino una técnica que lleva milenios en práctica, 5 minutos al día de silencio, presencia y notarás los cambios.