Esta técnica que es utilizada por muchas personas, permite blindarse frente a la frustración y el fracaso. Cada uno, somos en general, nuestro peor juez por la dureza con la que tendemos a valorar nuestras acciones.
Aunque pueda resultar increíble, somos nuestros peores enemigos. Nuestra mente es nuestro mayor, y en la mayoría de los casos, más cruel enemigo.
En muchas ocasiones nos maltratamos tanto y tan frecuentemente, que llegamos a autoconvencernos de lo que nos decimos internamente. En este sentido podemos hablar de auténtico autosabotaje.
El autosabotaje, no es más que una forma inconsciente que utilizamos para hacernos daño a través de nuestro propio discurso interior. Este discurso está plagado de mensajes negativos, pesimistas, alarmistas y limitantes.
Es muy frecuente encontrar personas que no son capaces de conseguir sus objetivos en distintas áreas o facetas de su vida debido al autosabotaje constante al que se someten.
Aunque pueda sonar un poco duro, este tipo de comportamiento, también reporta una serie de beneficios secundarios. El autosabotaje, es la excusa perfecta que utilizan algunas personas para no salir del lugar en el que se encuentran, para no superar obstáculos, miedos, limitaciones, frustraciones y fracasos. Cada vez que han de afrontar un reto, cambio o cualquier tipo de circunstancia introducen en sus cabezas dichos mensajes que lo que hacen, en definitiva, es protegerles del miedo a la frustración y el fracaso con el que todos, en un momento u otro, convivimos.
Este autosabotaje está conexionado directamente con una actitud de víctima y lamentación. Con el: "no saldrá bien...", "no lo voy a conseguir...", "no creo que pueda hacerlo..", "no se me dan bien estas cosas...","pensarán que soy un torpe...",se están preparando para no sufrir una decepción si las cosas no salen como idealmente han construido en sus cabezas. El problema radica en que son precisamente, ese tipo de mensajes, en gran parte, el motivo fundamental del porque las cosas finalmente no " salen".
El autosabotaje suele ser un comportamiento ensayado a través de la puesta en práctica reiterada a lo largo de los años. Con lo que con el paso de tiempo, cada vez uno se hace más experto en su propio sabotaje, limitando sus posibilidades de éxito, afrontamiento, mejora y superación.
Para salir de aquí, lo bueno, es que en general los comportamientos pueden cambiarse, pudiendo pasar del polo negativo al positivo, con decisión, esfuerzo, voluntad y perseverancia.