Denominado también sobrecarga informativa o infobesidad, hace referencia al exceso de información que sufren muchas personas a través de su contacto con el mundo digital.
Debido a la cantidad de datos a los que estamos expuestos a través de las nuevas tecnologías y redes sociales, se produce en muchas personas un bloqueo que les dificulta tomar una decisión o permanecer correctamente informadas sobre un tema en concreto.
Cuando estamos expuestos a tantos datos, resulta difícil escoger a qué atender y se crea una continua sensación de estar perdiéndonos algo por estar atentos a otra cosa.
Si tenemos en cuenta el crecimiento exponencial de la información existente y los diversos medios y soportes a través de los que podemos acceder a ella, cada vez resulta más complicado intentar clasificar o almacenar los datos en nuestra memoria. Ni siquiera en la del ordenador.
Hay que tener en cuenta que también cada vez se incrementa la información errónea, incompleta o inútil que nos llega a través de páginas de internet, spam, twitter... Por este motivo, cualquier herramienta que nos ayude a filtrar, clasificar, eliminar... información cada vez resulta más relevante en nuestras vidas y, sobre todo, en la de las empresas.