La Ley de Parkinson fue enunciada por Cyril Northcote Parkinson en 1957 tras las observaciones realizadas en el Servicio Civil Británico (vio que el número de empleados crecía y crecía, independientemente de la cantidad de trabajo que hubiera).
Las tres leyes fundamentales de Parkinson establecen que:
Estas leyes, extraídas de la vida diaria, se expanden a otros campos pero todas vienen a indicar lo mismo: tengamos lo que tengamos, siempre necesitaremos más (más tiempo, más dinero, más espacio...).
Básicamente, la Ley de Parkinson es una llamada de atención hacia cómo gestionamos los recursos de los que disponemos: ¿por qué no se cumplen las fechas límite, por qué necesitamos ordenadores cada vez más potentes, por qué si ganamos más gastamos más...?