La palabra "autotélico" proviene de la unión de dos palabras griegas: "auto" (en sí mismo) y "telos" (finalidad). Por lo tanto, un trabajo autotélico es aquel que se realiza por el propio placer de hacerlo, sin buscar una recompensa o beneficio externo.
Tiene que ver, en resumen, con la capacidad de una tarea de generar motivación intrínseca, ser reforzante por sí misma.
Por esto, cuando se trabaja sólo por ganar dinero, no existe el disfrute y la motivación necesarias para hacer de él un trabajo autotélico.
Según Mihály Csíkszentmihályi, psicólogo estadounidense que difundió la idea del fluir (flow), un contexto autotélico es aquel que facilita la conducta autorreforzante y favorece el desarrollo del potencial de las personas.
De este modo, cuando se realiza una tarea autotélica estamos tan centrados en ella que el tiempo pasa volando, no sentimos que nos cueste ningún esfuerzo y, además, nos sentimos partes de un sistema.
Para que un contexto pueda ser definido como autotélico debe tener las siguientes características:
"Para que una actividad sea autotélica, el requisito más básico consiste en proporcionar una muestra clara de desafíos". (Csíkszentmihályi)