Cultivando Conexión y Contribución
En tiempos desafiantes, resaltan tres pilares esenciales: crecer, conectar y contribuir. Estos fundamentos nos inspiran a mejorar continuamente, fortalecer lazos y aportar positivamente al mundo, guiándonos hacia un futuro de esperanza y resiliencia.
Llevamos arrastrando años complicados tanto a nivel personal como profesional. La pandemia, la crisis económica, los cambios sociales y tecnológicos... Todo ello nos ha puesto a prueba y nos ha obligado a adaptarnos y reinventarnos.
No obstante, en medio de las adversidades, también hemos cosechado valiosas lecciones. Hemos aprendido la importancia de cuidar de nuestra salud, de encontrar apoyo en nuestros seres queridos, de valorar las pequeñas alegrías y de perseguir con determinación aquello que anhelamos.
Al reflexionar sobre lo vivido, y con la lista de propósitos y compromisos retándonos de cara al nuevo año, podemos rescatar tres pilares fundamentales en los que enfocarnos: crecer, conectar y contribuir.
- Crecer: En el sentido de seguir aprendiendo y mejorando a nivel profesional, pero también en otros ámbitos que nos interesen y apasionen. Más allá de las metas específicas, proponernos ampliar horizontes, abrirnos a nuevas experiencias, y cultivar la curiosidad como motor para la evolución, renovación y hasta revolución personal.
- Conectar: Fortalecer relaciones con las personas que nos importan, tanto a nivel personal como profesional. La conexión humana se nos ha revelado como un elemento clave ante las dificultades. En la lista de propósitos no debe faltar dedicar más tiempo a familia y amigos, expresar gratitud y reconocimiento.
- Contribuir: Aportar nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor. Participar en proyectos sociales y solidarios, colaborar con organizaciones que defiendan el medio ambiente y los derechos humanos, y compartir conocimiento y experiencia con otros, no solo es una palanca de aprendizaje y crecimiento, sino de sostenibilidad del mundo que nos toca.
Este tipo de propósitos y compromisos nos ayudan a conectar con nosotros mismos, a buscar lo que realmente nos reta, pero sobre todo, nos hacen mejores personas y contribuyen a poner nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar más habitable y vivible.
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