Líderes remotos, liderazgo emocional.

Porque, por encima de todo, lideramos personas...

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Nuria Fernández López

Los líderes afrontan un gran desafío, desempeñar el papel de líder en remoto, no es una tarea sencilla, y la adaptación ha sido por la vía de la urgencia. Nos hemos encontrado con una situación completamente inesperada, para la que no estábamos preparados y en la que hemos ido improvisando sobre la marcha. Después de unos meses, ya la situación ha pasado de excepción a norma. Y como dicen por ahí, el liderazgo en remoto ha venido para quedarse.

La situación del teletrabajo ha puesto el foco más que nunca en las habilidades y competencias del líder para gestionar la compleja situación de los equipos remotos. Lo que estos meses nos han evidenciado es que la mirada del líder debe estar puesta no sólo en los resultados y el desempeño de las tareas, sino en la gestión emocional de los miembros de su equipo. Le corresponde esforzarse por estar aún más cerca de cada uno de sus colaboradores. No basta con hacer una reunión todos los días, es necesario que el líder abandere la gestión de la incertidumbre y la convierta en una oportunidad de crecimiento, evolución y desarrollo de su equipo. Esto que, dicho así, puede parecer hasta sencillo, es el auténtico reto que los gestores de personas están enfrentando en el corto plazo, y de ello dependerán sus resultados en el medio y largo plazo.

 

El líder debe asumir un rol de catalizador, estimulando al grupo y a cada individuo, para conseguir los resultados esperables, impulsándolos a atravesar las dificultades que puedan presentarse y ayudándolos a hacer los cambios necesarios para que todos salgan fortalecidos de la experiencia, ya que la falta de contacto personal y la distancia, pueden llevar a una pérdida de identidad con la empresa, impactando de forma directa en la motivación, en la implicación y por ende en la productividad y rendimiento. La responsabilidad del líder no termina en el proceso organizativo. Los aspectos emocionales son los grandes protagonistas del desafío del liderazgo en remoto. Si cuidar las necesidades emocionales de los equipos siempre ha sido necesario, ahora entramos ya en el terreno de la urgencia.

Repasemos algunos de los básicos para la motivación y atención al equipo del verdadero liderazgo en remoto.

  • Escuchar, escuchar, escuchar.
  • Preocuparse por conocer la situación de los colaboradores y ofrecerse para buscar soluciones en los casos necesarios.
  • Atención a los puntos fuertes de cada uno, siempre que sea posible, asignar tareas asociadas a ellos.
  • Reconocer los logros, proporcionar feedback útil y constructivo de forma regular.
  • Ejercer la confianza, creer en las personas, dar autonomía.
  • Trabajar la cohesión de grupo.
  • Prestar especial atención a la comunicación entre los miembros del equipo.
  • Trabajar el sentido de pertenencia.
  • Preocuparnos y ocuparnos de que las personas establezcan límites entre el tiempo de trabajo y su vida personal.
  • Mostrar interés en cómo las personas están gestionando el estrés y ansiedad que toda esta situación extraordinaria está suponiendo.
  • Ponerse a disposición de las necesidades del equipo.
  • Comunicar con transparencia.
  • Hacer saber a cada colaborador qué se espera de él/ella.

El liderazgo más que nunca es "situacional-emocional-personal-inspirador....".  Tenemos que ponernos en el contexto de cada colaborador, y hacerle percibir a cada uno de ellos que nos importan y que es una pieza fundamental del engranaje, relevante, útil y necesaria.

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