En la actualidad conviven distintos modelos de distribución del Sotware, siendo útiles todos ellos, dependiendo de las necesidades concretas de cada caso.
Se define como un modelo de distribución de software, en el que la empresa propietaria de los derechos de explotación del software garantiza el mantenimiento, soporte, copias de seguridad y mejoras del mismo. Normalmente este software puede ser utilizado desde cualquier ordenador con acceso a internet y suele ser independiente de la plataforma de acceso que utilice el cliente, aunque por lo general, suelen definirse unos requisitos mínimos que la máquina del cliente deberá tener.
El Software como Servicio se ha impuesto en los últimos años en muchos países, siendo España, con su tradicional mentalidad donde prima la propiedad, uno de los países en la que su penetración ha ido más lenta. Obviamente este modelo de distribución, como cualquier otro, tiene ventajas e inconvenientes y se adaptará mejor a las necesidades de determinados tipos de empresa.
Las ventajas principales son:
- Reducción de inversión y riesgos. Al pagarse una licencia en modo de alquiler de servicio, la inversión inicial se reduce notablemente, así como la nula inversión en equipos hardware que proveerá la empresa propietaria de la aplicación. Los riesgos también se minimizan, puesto que la mayor parte de estas aplicaciones están ya diseñadas antes de contratarlas y, por lo tanto, podremos ver su funcionamiento antes de la "compra", asegurándonos así que obtendremos lo que realmente necesitamos.
- Disponibilidad del servicio. Al contrario que las soluciones basadas en programas instalables en las propias oficinas, este modelo suele estar disponible en pocas horas a partir de la contratación del mismo. Por otro lado, al tener un equipo de soporte dándonos servicio, el mismo, no sufre cortes ni mermas, estará garantizado la mayor parte del tiempo y podremos acceder al mismo casi desde cualquier ubicación.
- Seguridad. Podremos olvidarnos de labores de bajo valor productivo para nuestro negocio, ya que la empresa proveedora del servicio será la encargada de realizar copias de seguridad, actualizaciones de software, plataforma.... De este modo, podremos centrar todos nuestros esfuerzos en nuestro negocio.
- Velocidad de respuesta. Las aplicaciones bajo este tipo de distribución suelen tener una evolución continua; lo que permite al cliente beneficiarse de las últimas tecnologías que aparecen en el mercado. La corrección de bugs y errores suelen realizarse casi de forma inmediata, puesto que la empresa desarrolladora tiene acceso directo a la plataforma.
Por el contrario, existen algunas desventajas en este modelo de distribución:
- Integración. En determinados casos puede resultar complicado combinar los datos que tenemos en el servicio con los que tenemos en los programas instalados en nuestra empresa. Para solventar este inconveniente, deberemos asegurarnos que la aplicación que contratemos tenga formatos de exportación/importación adecuados.
- Nivel de confianza. El no disponer de nuestros datos en un sistema local suele no gustar al cliente. Normalmente se suele optar por implantar estos sistemas, en primer lugar, en aplicaciones que manejan datos no críticos. Posteriormente, con el tiempo y el buen funcionamiento del mismo, el cliente normalmente se siente cada vez más cómodo y poco a poco evoluciona el resto de aplicaciones hacia este modelo de distribución.
Obviamente cada necesidad deberá ser evaluada de un modo particular, pero en mi opinión el Software como Servicio nos provee de unas ventajas significativas sobre los modelos de distribución tradicionales. El cambio ha empezado, no hay vuelta atrás.