Crear una buena Manana

"Al despertar esta mañana, sonreí. Veinticuatro horas nuevas están delante de mí. Me comprometo a vivir plenamente cada momento" Thich Nhat Hanh

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Nuria Fernández López

Tal vez halláis oído hablar de Leo Babauta, escritor y creador de Zen Habits, un blog bastante conocido, que trata numerosos temas relacionados con consecución de objetivos, productividad, organización, motivación, en definitiva, con cómo ser feliz e implantar con éxito hábitos saludables.
En su artículo «Creating A Lovely Morning», plantea una serie de sugerencias bastante simples para comenzar el día sin estrés. Dichas recomendaciones están al alcance de todos con relativa facilidad, puestas en práctica y hechas hábito pueden ayudarnos a tener un sentimiento más positivo con respecto al día que comenzamos. Bien es cierto que son recomendaciones bastante de "cajón", y tal vez por ello, a veces ni nos planteamos ponerlas en práctica por considerar que algo simple no puede tener un gran impacto. Pero justamente en su sencillez está la capacidad de cambio, ya que tal y como vivimos, algo que requiera un gran esfuerzo en el corto plazo normalmente es percibido como de muy difícil aplicación y tendemos al abandono sin haberlo probado si quiera.
Estas son sus recomendaciones (un poco adaptadas) para comenzar el día de una forma menos estresante, ya que una buena mañana no es algo que llega por que las cosas has salido bien, sino que ha de ser fruto de una acción consciente en la que pongamos en marcha de forma intencionada una serie de comportamientos que hagan más probable que suceda aquello que queramos que suceda.

  • Despierta un poco antes. Si tus mañanas son muy cortas, la solución es simple: levantarte un poco más temprano. Esto también significa ir a la cama un poco antes. Hazlo poco a poco, puedes empezar la primera semana con 10 minutos antes de lo acostumbrado, se trata de ir instaurando un nuevo hábito que nos permita disponer de algún minuto más cada mañana con lo que el estrés de primera hora del día se hará más llevadero.

 

  • Trabajar en la idea de lo simple. Uno de errores habituales es tratar de hacer más de lo que la mañana da de sí. Concentramos una gran cantidad de tareas en un espacio de tiempo corto, lo que hace inviable que ya de partida consigamos llevarlas a cabo sin sentirnos presionados y estresados. En este punto hay que trabajar en el desarrollo de una agenda acorde al tiempo real del que se dispone, programando tareas y actividades de tal forma que cada una disponga del tiempo necesario para su realización y disfrute particular.
  • Busca motivaciones. No congestiones tus mañanas con un montón de cosas que "debes" hacer... programa y planifica alguna cosa que te guste a primera hora para que estimule tus ganas de levantarte y comenzar el día. Un buen desayuno, una ducha larga y relajada, leer el periódico, tomar un café antes de entrar a trabajar, hacer algo de ejercicio, un paseo más largo con el perro, ir paseando al trabajo... Se trata de trabajar en el tándem de hacer aquello que "debemos hacer", pero también aquello que realmente "tenemos ganas de hacer".
  • Practica la atención plena. La atención plena es un técnica que nos ayuda a tomar conciencia real de lo que pasa en nuestra vida, del momento e instante que vivimos. La atención plena nos irá ayudando a darnos cuenta de cuando empezamos a tener prisa y de la sensación de estrés. La atención plena nos ayuda a redireccionarnos al momento presente y a compensar la habitual tendencia de vivir en el pasado o futuro.
  • Acota las actividades permitidas. Considera este momento de tu mañana, un espacio sagrado, no lo llenes de contenidos que muy probablemente producirán una sobreactivación. En lugar de ello, implanta cosas significativas en tu espacio sagrado, " aquellas para las que no tendrás tiempo más tarde", desayunar con tu familia en lugar de consultando el correo.
  • Disfruta del espacio y del ritmo de tu rutina. No se trata sólo de programar actividades distintas si no de disfrutar todo lo relativo al nuevo hábito que hallamos decido establecer. Si hemos pensado que un paseo más largo con nuestra mascota es una buena forma de empezar el día disfrutando y relajados, todo lo relacionado con esta nueva rutina es una oportunidad para la satisfacción más allá de la actividad en sí misma.

No es necesario poner en práctica todas estas ideas a la vez, tal vez sea suficiente con una o dos para cambiar el signo de nuestro comienzo de día.
Los contenidos de este post son una adaptación del artículo «Creating A Lovely Morning» de Leo Babauta

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