Ciclo emocional del cambio

Bookmark and Share

Nuria Fernández López

Decir que el cambio es inevitable a estas alturas de la vida, puede transcender la obviedad. No obstante, no por sabido, resulta más fácil de gestionar.

Cualquier cambio supone vértigo y lleva implícita una resistencia, incluso cuando el cambio supone una mejora, el miedo, la duda y la inseguridad sigue estando ahí.

 

Otra obviedad, es que no hay desarrollo personal sin cambio, para crecer y alcanzar nuevas metas, es imprescindible cambiar, y aunque somos conscientes de la importancia del cambio, a menudo nos resistimos. Quien más y quien menos, todos tenemos una idea de las cosas que deseamos cambiar en nuestra vida, sin embargo, en muchos casos,  ahí están nuestras metas como objetivos perpetuos por el miedo que nos supone el cambio y la transformación.

 

En la década de 1970 los investigadores estadounidenses Don Kelley y Daryl Conner notaron que muchas personas que afrontaban un cambio pasaban a través de una serie de fases, cada una diferente y matizada por distintos estados emocionales. Así descubrieron el "ciclo emocional del cambio", compuesto por cinco fases.

 

Fase 1 - Optimismo injustificado

Se trata de una fase en la que estamos esperanzados, tenemos mucha ilusión con el proyecto y nos entusiasma la nueva meta. Durante esta etapa estamos llenos de energía y altamente motivados. Sin embargo, esta fase no suele durar mucho. Se trata de una etapa esencial para cimentar el proyecto y cargarnos de energía.

Fase 2 - Pesimismo justificado

Después de varios días o semanas nos resulta imposible continuar desplegando ese nivel de energía.  Al mismo tiempo ya empezamos a encontrar algunas dificultades que generan frustración y como los resultados todavía están por llegar, empezamos a  sentir una cierta desmotivación.

Nos asaltan las dudas, empezamos a preguntamos si debemos continuar, si realmente alcanzaremos lo que nos habíamos propuesto, si no nos habremos equivocado o si tiene sentido continuar por ese camino. Esta etapa es clave ya que es la razón por la que muchos llegados este punto abandonan... y la posibilidad del cambio se esfuma.

Sin embargo, si conseguimos establecer un cierto equilibrio realista entre la exaltación de la primera etapa y las dudas de la segunda, podremos avanzar a la tercera etapa del cambio.

Muchas personas oscilan durante toda su vida entre la exaltación de la etapa inicial  y  la depresión y la frustración de esta segunda etapa.

Fase 3 - Realismo motivador

En esta etapa aprendemos a centrarnos en el esfuerzo y el trabajo sin desmotivarnos.

En la fase anterior veíamos la escalera que debíamos subir, pero en esta fase aprendemos a centramos simplemente en cada escalón, planeamos cómo subirlo y cuando lo logramos, nos sentimos satisfechos por ello. Es la etapa de los pequeños logros. En esta fase es fundamental mantener una actitud pragmática, concentrarse en las tareas y felicitarse por cada avance.

Se trata de una fase en la que aun no viendo el final,  volvemos a recuperar la confianza y poco a poco, empezamos a ver pequeños resultados, lo que lleva nuevamente a un aumento de la motivación.

Fase 4 - Optimismo justificado

En esta fase permanecemos focalizados en las tareas cotidianas durante un periodo de tiempo suficiente para consolidar un hábito de trabajo, que nos lleva a entrar en una fase emocional bastante positiva. Vamos cosechando pequeños logros y la meta final ya no parece tan lejana, aumenta la confianza en nuestras capacidades, somos capaces de prever  los obstáculos que pueden aparecer y sabemos cómo superarlos. 

Fase 5 - Conclusión

Hemos alcanzado el objetivo. Se trata de la fase final. Resulta bastante importante recompensarnos por este logro,  de cara a utilizarlo como energía en la evolución por las etapas del cambio en nuestro próximo objetivo.

Visto lo anterior,  ahora podemos comprender porque cambiar resulta tan complicado. No es suficiente con proponernos algo, sino que debemos tener presente que antes de lograr nuestro objetivo o propósito, habremos de pasar por una serie de etapas y momentos no lineales, que requieren de un tiempo, esfuerzo y actitud concretos según vayamos evolucionando,  y que irán generando todo una serie de reacciones emocionales que hay que manejar si queremos alcanzar nuestra meta final. 

 

 

Grupo Finsi | NM formación y consultoría | Davinchi