Pensaba que era valentía. En realidad era ceguera

Una anécdota de aprendizaje por modelado con un copy-model.

Bookmark and Share

José Luis Bueno Blanco

Si no ves bien el texto hac clic aquí

Ayer salí a montar en bici con un compañero. La ruta que hicimos tenía tramos de bajada con un poco de dificultad por el estado del camino, la estrechez, la irregularidad, etc. A mi me da miedo ir a mucha velocidad en las bajadas, incluso dudo, en algunos tramos, si debo bajarme de la bici o puedo sortearlos sin dificultad. Mis temores se deben, en parte, a que no sé cómo afrontar ciertos puntos del trayecto. Por ejemplo, no sé la velocidad a la que puedo tomar una curva con piedras sueltas, no sé si la roca que aparece a la vista se podrá salvar o la bici se partirá en dos. Evidentemente, aquí el miedo, nos hace ponernos en lo peor ¿nos estará ayudando a ser precabidos?.

Bueno, el caso es que para afrontar esta dificultad, una estrategia que utilizo es la de seguir a otra persona. Cuando salgo con otras persona que tienen mayor control voy detrás de ellas y me sirve de referencia y de modelo. Si él pasa por un lugar, por el que yo no hubiera pasado, le sigo. Si aumenta la velocidad, yo la aumento. Y así, voy aprendiendo, por modelado, a conocer cómo lo debo hacer, y en consecuencia voy domando mi miedo.

No vale cualquier persona para hacer de modelo. No sirve un master-model, alguien que lo haga tan bien que la distancia entre mi competencia y la suya sea muy grande, porque en ese caso, habría diferencias insalvables que harían que al intentar imitarle ocurriera un accidente. Más bien la persona debe ser un copy-model. Alguien que, siendo superior a mi, en la habilidad, de alguna manera pueda imitarle.

Por otra parte, en el momento en que voy detrás de él en la bici, bajando una pendiente, voy seleccionando qué acciones copiar. Es decir, cuando observo que aborda un tramo con mucha seguridad, a mi me da seguridad. Aprendo que ese tramo se puede hacer de la manera que él lo hace sin ningún problema. Sin embargo, si le veo dudar, no intento hacer lo que él hace, me vuelvo más precabido. Reduzco la velocidad o directamente me bajo de la bici y atravieso el tramo a pie.

Básicamente estoy describiendo la técnica del aprendizaje por modelado. Y en este punto quiero resaltar hacer una reflexión, respecto a este modelo de aprendizaje que me surgió en la salida de ayer.

Tal y como estoy comentando, le iba siguiendo. Yo había montado otras veces con él y notaba que hoy era diferente. Le veía más decidido, más valiente, más seguro de sí mismo. Me llamaba la atención con qué soltura afrontaba algunos tramos que, a mi, me daban un poco de miedo por pensar que me iba a caer. No obstante, yo iba encantado porque veía cómo tenía que hacer para no caerme en ciertos puntos, en concreto cuando atravesábamos bancos de arena suelta en los que la bici tiende a patinar y frenar.

Después de seguirle e imitarle durante un buen rato me animé a decirle: "Oye, qué suelto te veo. ¿No te da miedo a caerte cuando atraviesas los bancos de arena?". Entonces el me contestó: "No siento miedo. Aunque si te digo la verdad, no los veo muy bien. Como me he puesto las lentillas y las gafas de sol no distingo muy bien cuando hay un banco de arena".

Yo le respondí: "¡Osea, que lo que yo pensaba que era valentía, en realidad es ceguera!".

No sé que moraleja resaltar.

Por una parte queda claro que a la hora de seleccionar a quién utilizar como referencia o como modelo, deberíamos estar seguro de que "sabe lo que se hace".

Por otra parte, aprendemos que adoptar una postura de seguridad proyecta en las otras personas una percepción de que lo que hacemos tiene más peso, es más real o más cierto.

Por último, que en ocasiones, desconocer el peligro nos hace tomar decisiones que de otra manera no haríamos por temor.

 

Si no ves bien el texto hac clic aquí

Grupo Finsi | NM formación y consultoría | Davinchi