Si no ganamos los dos, ambos perdemos

En los procesos de interacción humana pueden darse seis tipos diferentes de paradigmas.

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Nuria Fernández López

Los paradigmas son "modelos" desde los cuales uno percibe, interpreta, se relaciona, actúa, responde al entorno que le rodea.

Veamos cuáles son los principales paradigmas de interacción humana.

  • GANO/PIERDES: Se basa en "yo consigo lo que quiero, tú no consigues lo que quieres". Las personas cuyos comportamientos se rigen bajo este paradigma son proclives a utilizar el poder, la autoridad, la presión. En el caso del liderazgo hablaríamos de un liderazgo autoritario. En este paradigma lo único que interesa en conseguir los propios objetivos y para ello se está dispuesto a hacer lo que sea aún a costa de que el interlocutor pierda. El otro, es sólo visto como un medio para conseguir los propios objetivos.
  • PIERDO/GANAS: Bajo este paradigma se comportan las personas que están deseosas de agradar, de satisfacer las expectativas de los demás, puede conjugarse en ocasiones con una cierta inseguridad que lleva a la búsqueda permanente de aprobación y aceptación. En cuanto al estilo de liderazgo se caracteriza por la permisividad e indulgencia. Este tipo de patrón se basa en la propia inseguridad y dificultad para defender los propios derechos o necesidades. Se huye de la confrontación y se está dispuesto a lo que sea con tal de evitar un enfrentamiento, incluso a llegar a acuerdos con los que uno en realidad no está de acuerdo.
  • PIERDO/PIERDES: Este paradigma aparece cuando dos personas del estilo gano-pierdes interactúan. Dos individuos egoístas, obstinados que buscan su bienestar por encima de todo, sólo darán como resultado un pierdo-pierdes. Son los casos ridículos en los que uno es capaz de perder más de lo necesario, con tal de evitar que el otro gane. Es el marco de situaciones absurdas donde uno llega a aceptar lo inaceptable, con tal de que el otro no gane o tenga un beneficio mayor que el propio.
  • GANO: Otra alternativa es pensar en "gano". Las personas con mentalidad "gano" no necesariamente buscan que el otro pierda, lo que les importa es conseguir lo que quieren. No se guían por el sentimiento de competencia y confrontación. Las personas "gano" quieren asegurarse sus propios fines, permitiendo que otros logren los suyos. A las personas que se comportan bajo este paradigma, se les suele reprochar que están demasiado centradas en sus propios objetivos y por ello, no están atentas a lo que sucede a su alrededor, montrándose insensibles o ajenas a las necesidades del otro.
  • GANAR/GANAR: Las personas que rigen su comportamiento bajo el paradigma ganar-ganar son personas que procuran el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas. En todos los acuerdos alcanzados bajo el paradigma gana-ganar las partes se sienten satisfechas. El ganar-ganar es un escenario cooperativo, no competitivo. Es el paradigma que permitiendo la consecución de objetivos para las partes, conserva intacta la relación entre ellas, posibilitando su continuidad en el tiempo.

De todas ellas, la mejor opción dependerá de la realidad concreta y de las circunstancias que la definan.

A priori, el paradigma gano-pierdes no suele ser una buena opción ya que a pesar de los resultados conseguidos, la relación siempre queda resentida. El pierdo-ganas implica frustración e insatisfacción, en muchos casos por aceptar situaciones con las que uno no está de acuerdo o no desea. En el paradigma "gano" si paso por alto las necesidades, intereses o puntos de vista del otro, también hará a la larga, que la relación no prospere y finalmente se resienta.

Realmente el único paradigma que está orientado al equilibrio y que permite asentar la interacción sobre pilares sólidos es el "gano-ganas".

Cuando no es posible la opción ganar-ganar, antes que adoptar otro tipo de posiciones con las que una de las partes no se va a sentir satisfecha, ni cómoda, lo más acertado es optar por el "no hay trato". El acuerdo puede no ser posible por discrepancias de distinto tipo, valores, principios, expectativas, metas, etc. en este caso, lo mejor es reconocerlo y desde la honestidad aceptar que si las dos partes no van a ganar, es mejor "dejarlo".  Cualquier opción por debajo del ganar-ganar es un fracaso en la relación. Si optamos por "no hay trato", la relación no se resiente y es posible, tal vez, retomarla en un futuro, dando entonces cabida nuevamente al "ganar-ganar".

 

 

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