Siempre se ha dicho que la cara es el espejo del alma. Pues bien, eso es especialmente cierto en el caso de la sonrisa, que no sólo refleja el estado de nuestra alma, sino que también ha demostrado ser un indicador de cómo va a ser nuestro futuro.
La sonrisa es un gesto que nos diferencia de otras especies. Es curioso que mientras que para la mayoría de los animales enseñar los dientes es una señal inequívoca de agresividad, para los primates la sonrisa tiene un significado totalmente opuesto.
La sonrisa funciona como mecanismo para establecer y reforzar las relaciones, favoreciendo las alianzas y la colaboración. De este modo, la sonrisa aporta grandes beneficios sociales pero también tiene importantes efectos intrapersonales.
Para empezar, debemos distinguir dos tipos de sonrisas:
Hecha esta diferenciación, podemos comentar un par de estudios curiosos. El primero es el realizado por Dachen Keltner y Lee Anne Harker, de la Universidad de California, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology ("Expressions of positive emotion in women´s college yearbook pictures and life outcomes across adulthood, 2001). Básicamente, lo que pretendía era ver si la expresión que presentaban las estudiantes en las fotos del anuario tenían alguna clase de relación con el futuro que las esperaba. Así que se analizaron las fotos tomadas entre 1958 y 1960 de 141 chicas que tenían unos 20 años en ese momento. Después se hizo un seguimiento de los 30 años siguientes analizando las fotos en 3 etapas: a los 27, 43 y 52 años. En esas fotos casi todas sonreían. Pero se vio que sólo la mitad mostraba una sonrisa Duchenne. Estas personas resultaron ser las que:
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Así que parece que las personas que más sonríen son las que se sienten más felices y las que, probablemente sean más felices en el futuro.
Pero eso no es todo. Hay personas cuyos estados de ánimo son muy dependientes del exterior, de las circunstancias en las que se encuentran: si tengo un buen día, soy feliz; si algo sale mal, me siento frustrado o infeliz.
Sin embargo, las personas que son capaces de modular internamente sus estados de ánimo son más estables y capaces de enfrentarse con menos sufrimiento a las dificultades.
Pues bien, se ha comprobado que la capacidad de sonreír cuando se viven momentos tristes es un importante indicador de unas habilidades psicológicas más complejas: la capacidad de sentir felicidad a pesar de las circunstancias externas.
Pero esto es así sólo si la sonrisa es auténtica. Una auténtica sonrisa Duchenne.
De todos modos, como ya anunciamos en otros posts y recomendamos en nuestro vídeo navideño, existe una retroalimentación fácil que favorece que el mismo hecho de sonreír nos hace más felices.
Por este motivo, ejercitar los músculos del rostro para mostrar una sonrisa, aunque inicialmente sea forzada, puede lograr que finalmente mostremos una estupenda sonrisa Duchenne, con los beneficios que esto nos va a reportar.
Siempre se ha dicho que la cara es el espejo del alma. Pues bien, eso es especialmente cierto en el caso de la sonrisa, que no sólo refleja el estado de nuestra alma, sino que también ha demostrado ser un indicador de cómo va a ser nuestro futuro.
Ayer fue el día del Libro, en el que conmemoramos la muerte de Cervantes y Shakespeare.
Hoy, simplemente, se ha levantado nublado.
Como decía Cortázar, uno no elige la lluvia que le moja.