Cada persona tiene una manera propia de aprender. Se suele conocer como estilo de aprendizaje y conocer los diferentes tipos nos ayudará a crear acciones formativas más ajustadas al colectivo que reciba la formación.
Gran parte de los conocimientos que tenemos se aprenden una vez que hemos dejado nuestra educación formal en el colegio, instituto o universidad. A través de acciones formales o informales, en un aula, a través de un curso on-line o en el propio puesto de trabajo, vamos asimiliando una gran cantidad de conocimientos, fundamentales para acometer nuestro trabajo diario. Alguno de esos conocimientos son teóricos, otros en relación a un proceso, los hay que consisten en una habilidad, tanto física como interpersonal, etc.
Es muy posible que nos encontremos en situaciones en las que nosotros seamos los formadores y en otras en los que seamos los formados. En cualquier situación en la que hay un trasvase de información, existe o puede existir un aprendizaje. Pero, ¿cómo se aprende?, ¿aprendemos todos de la misma manera? ¿nuestra manera de explicar lo que queremos transmitir es válida para todos?.
Existen muchos estudios y teorías al respecto. Algunas coinciden, otras dan un enfoque desde diferentes puntos de vista, pero todas están de acuerdo en algo y es que cada persona tiene su propia manera de aprender. Pone en juego sus propias estrategias y métodos para alcanzar el conocimiento. En función de lo que tenga que aprender (el manejo de una máquina, la secuencia de un proceso, dar feedback a un colaborador, etc.) pone en marcha ciertas estrategias. Estas estrategias están relacionadas con cómo se estructura el contenido, se forman los conceptos, se focaliza en una determinada información, se utiliza un canal u otro de entrada de información (visual, auditivo, kinestésico) y por supuesto todo ello influido por la motivación y las relaciones interpersonales (inteligencia emocional).
Partiendo entonces, de que cada persona aprende de una manera diferente, debemos plantearnos, en función de nuestro rol, ¿qué debemos tener en cuenta?.
No debemos ser rígidos clasificando a cada persona en un estilo de aprendizaje, ya que puede evolucionar, incluso seleccionar diferentes estilos en función del tipo de contenido a aprender, pero si ser conscientes de que hay diferentes tipos.
Un hecho del que debemos ser conscientes es que como formadores o como decisores en temas de formación, no somos independientes de nuestra propio estilo de aprendizaje y tenderemos a evaluar como buenos métodos aquellos que están alineados con nuestras propias preferencias, no como resultado de una decisión consciente, sino como la conclusión de una realidad que a nosotros se nos muestra clara. Sin embargo, deberemos tener en cuenta que otras personas no tienen el mismo estilo de aprendizaje.
Existen varios modelos y teorías en torno a los estilos de aprendizaje que veremos en otro momento. Algunos de ellos son:
Cada uno de ellos establece una serie de hipótesis que explican las formas de aprender y aportan estrategias para ser puestas en marcha en un contexto de aprendizaje.
Cada persona tiene una manera propia de aprender. Se suele conocer como estilo de aprendizaje y conocer los diferentes tipos nos ayudará a crear acciones formativas más ajustadas al colectivo que reciba la formación.
¿Decidimos cuál es la mejor metodología de formación para mi organización influenciados por nuestro propio estilo de aprendizaje?