!Atención! Amarillo

Retomamos el tema de los colores y sus significados para tratar el interesante sentido que el cromatismo cobra a nuestro alrededor. Ahora que ya han aparecido las primeras flores de la primavera y el campo se ha llenado de tupidas alfombras amarillas, nos detenemos en este color para analizar sus connotaciones.

Para esta ocasión, o por coincidencias de la vida, estoy vestida con un jersey amarillo mientras redacto este post sobre este color enérgico, cálido y optimista. Ya he comentado alguna vez que desde que profundizo en el simbolismo del color aparecen sincronías entre lo cotidiano y el color seleccionado para mi post mensual, de modo que cuando vimos el violeta coincidió con el mes en que se celebró el día de la Mujer y que la fiesta de San Patrick llenó de verde la ciudad en el tiempo que conocimos los usos de este color. Así que me pregunto ¿cómo se presentará el mes de mayo? Seguro que el amarillo será el protagonista de este mes primaveral y (quizá) soleado.

Divertido, optimista, amable, pero también asociado a la mentira, a la envidia, a la arrogancia. Como todo color, representa ambivalencia y contradicciones. Veamos sus atributos más representativos.

Junto con el rojo y el azul, el amarillo es un color primario, es decir, no resulta de la mezcla de colores. Es un color muy inestable y cualquier pizca de otra tonalidad puede transformar el color original, en un tono naranja si lo mezclamos con rojo, o verdoso si le añadimos un poco de azul...

El amarillo es el más claro de todos los colores y cuando lo usamos en diseño gráfico tenemos que asegurarnos su correcta visibilidad o la óptima legibilidad de un texto. La escritura negra sobre fondo amarillo es la que mejor se lee desde lejos, y con esta intención se emplea habitualmente en señales que advierten sobre algún peligro (sustancias tóxicas, explosivas, radiactivas...). En cambio, los colores vivos resultan fatigosos cuando son vistos de cerca y los evitaremos en textos largos que requieren una lectura pausada y extensa. Lo usaremos para llamar la atención ("warning"), como cuando el árbitro saca "tarjeta amarrilla" a un jugador, escribimos una nota en un post-it para no olvidar una tarea pendiente o subrayamos con fluorescente la que podría ser una respuesta del próximo examen.

En sintonía con el sentido de peligro y advertencia, el amarillo es un color espontáneo e impulsivo. Así como decimos "¡cuidado!", también damos un alegre "buenos días" o  saludamos con la mano para decir "hola". Esta expresividad la vemos representada en los "smiley" o emoticonos, esas caritas amarillas que esquematizan gestos y vehiculizan emociones de una forma divertida y comunicativa.

El amarillo es divertido, optimista, radiante y estimula la creatividad y sentimientos de felicidad. Anima y serena como los días soleados. Propaga luz, y por ello está vinculado al entendimiento, a la luz mental, a la claridad de pensamiento. Es el color de la madurez, versus verde,  y amarillas son algunas de las frutas que han alcanzado este punto de maduración.

Sin embargo, el amarillo también tiene asociaciones negativas, como la envidia, celos y la mentira. El amarillo verdoso del azufre, el color de la serpiente o el color amarillento de la sangre de algunos insectos son ejemplos de representaciones que generan inquietud y malestar. La proximidad fonética entre la palabra inglesa "jealousy" (celos) y "yellow" expresa ese vínculo que existe en esta asociación de términos y significados.

También se ha dicho que el color amarillo da mala suerte, es de gafes o de locos. De locos o de genios, el amarillo fue el color predilecto de Van Gogh, con el que pintó la fachada de su casa y a la que llamó la "casa amarilla". Adorador del sol, nos dejó una obra maestra, "Los girasoles", donde declara su pasión por este color lleno de energía.