Es un sentimiento en el cual una persona se siente de menor valor frente a los demás.
Quien no ha experimentado en alguna ocasión un sentimiento de inferioridad ante alguien que juzgábamos más listo, más simpático, más amable, más hábil, más guapo, más elegante, más creativo, más resolutivo, más inteligente, etc.
El sentimiento de inferioridad genera inhibición, vergüenza, desesperanza y un deseo de ocultarse para no ser descubierto.
El sentimiento de inferioridad surge de dar una importancia desmesurada a aquello de lo que nos sentimos avergonzados. Este defecto que nos avergüenza esta en la mayoría de las ocasiones un nuestra cabeza, ya que cuándo quienes nos rodean conocen la situación no encuentran motivos objetivos para ello.
En muchas ocasiones el sentimiento de inferioridad no viene por motivos de tipo físico o estético, sino que nos avergonzamos de nuestra procedencia, nuestros orígenes, nuestro pasado, nuestra familia.
A la persona que tiene este sentimiento le resulta muy difícil aceptarlo o asumirlo, sintiéndose totalmente condicionado y en muchas ocasiones frustrado por no poder liberarse de el.
Es habitual que el entorno no tenga conocimiento de ese sentimiento, y se sorprenda al descubrirlo.
El sentimiento de inferioridad condiciona bastante la personalidad de quien lo sufre. La fuerte carga subjetiva de este tipo de sentimientos, puede hacer que una persona con muchas cualidades, incluso en ocasiones superiores a la media, este totalmente condicionada por la sensación de inferioridad procedente de cualquier aspecto aparentemente sin importancia para los demás.
También suele ser frecuente que ese sentimiento se desborde, y un pequeño aspecto con el que no nos sentimos a gusto, acabe ensombreciendo la valoración que hacemos de nosotros mismo a nivel global. Es algo así como un sentimiento que contamina y se extiende a la percepción global de uno mismo generando inseguridad e inestabilidad emocional.
El sentimiento de inferioridad provoca la búsqueda permanente de aceptación y probación por parte de los demás.
La comparación constante, también suele ser una característica frecuente en el sentimiento de inferioridad.
El sentimiento de inferioridad puede irse generándo poco a poco en la intimidad a través de la propia crítica y el cuestionamiento personal, o de forma brusca por algún acontecimiento vivido: una crítica desmesurada, una humillación, etc.
Como es obvio, la época más sensible para comenezar a desarrollar este tipo de sentimientos, es la infancia, de ahí que sea tan importante ayudar a los niños a construir una autoestima sana, basada en el conocimiento y aceptación de cualidades y defectos, del mismo modo que se trabaja en los talleres de adultos, aunque los adultos, llegan ya con una trayectoria de sufrimiento, decepción y angustia personal considerable.
En muchos casos, los sentimientos de inferioridad acaban generando comportamientos presuntuosos y arrogantes, en un intento por esconder el propio sentimiento de inferioridad.
El miedo al error es un lastre emocional que hay que aprender a soltar.
La ansiedad en una de las emociones más ampliamente estudiadas. Existen distintos tipos de ansiedad, entre ellos la ansiedad a hablar en público.
El miedo es una respuesta adaptativa que ha permitido preservar la especie. Sin embargo, el miedo irracional es altamente incapacitante.
Arthur Schopenhauer dijo: "La riqueza material es como el agua salada, cuanto más se bebe, más sed da".
La relación entre procesos mentales y orgánicos es una cuestión presente no sólo en los orígenes de la psicología, sino también en la medicina.
La envidia se define como la sensación de admiración o deseo por tener algo que otro posee, y el rencor o resentimiento al ver el éxito del otro.
Es un sentimiento en el cual una persona se siente de menor valor frente a los demás.
Leía este fin de semana:"La naturaleza nos dota de ilimitadas posibilidades, pero solamente realizamos aquellas para las que nos juzgamos capaces."
Muchos han dicho que el suicidio es un ejercicio de libertad, los expertos coinciden en considerarlo un problema de sufrimiento intenso.
Las emociones están con nosotros desde hace millones de años, antes incluso de que el homo fuera sapiens.
Las emociones son respuestas automáticas y los sentimientos son la etiqueta de la reacción emocional.