Al parecer según la investigación los testigos del ataque a Kitty Genovese no son culpables de indiferencia o egoísmo.... Es un problema de cantidad.
Hace un par de semanas fui testigo de este comportamiento. A la entrada del cole de mis hijas, una mamá se había tropezado, caído y estaba en el suelo gritando con gran dolor. Los padres/madres continuaban pasando a dejar a sus hijos al cole por la acera, la madre estaba en el suelo al borde de la calle sin que nadie se parara, muchos miraban y seguían de largo, otros miraban hacia el otro lado para evitar cualquier tipo de compromiso de ayuda. Cuando llegamos a su altura, un par de padres y yo misma no paramos, y a partir de aquí se hizo un corro de personas con el único interés de mirar. Esto me llevó a recordar la historia de Kitty Genovese que ya comentó Patricia Lanza, en uno de sus post:"El efecto espectador".
Os hago un breve resumen por si acaso.
El 13 de marzo de 1964 Kitty Genovese volvía a su apartamento en el barrio de Queens, en New York cuando fue víctima de un ataque violento al azar. Un desconocido se abalanzó sobre ella y la apuñaló. Genovese logró gritar pidiendo ayuda y caminó hacia su edificio, su atacante la alcanzó y la apuñaló hasta su muerte.
Las investigaciones pusieron de manifiesto que un gran número de vecinos habían sido testigo o habían oído el ataque, y a pesar de ello no habían hecho nada.
Esta trágica historia ha servido de base para muchos investigadores que intentaban encontrar una explicación a este comportamiento. Para ello se desarrollaron distintos experimentos intentando encontrar una explicación.
Bibb Latané y Jhon Darley no acaban de creerse que la respuesta de los vecinos se debiera a una brutal falta de empatía, y trataron de encontrar otros factores que pudieran estar influyendo.
Uno de sus experimentos consistía en que un estudiante fingía un ataque epiléptico en las calles de New York, y analizaban si los viandantes se paraban a auxiliarlo o pasaban de largo. Los resultados fueron sorprendentes como casi siempre. A medida que aumentaba el número de testigo disminuía la probabilidad de ayuda. El 85% de las veces que había sólo una persona el estudiante recibía ayuda, mientras que este porcentaje se reducía al 30% cuando había cinco o más personas.
¿Cómo explicaron los psicólogos esta disminución en el impulso de ayudar a otros cuanta más gente haya?
Cuando nos enfrentamos a un hecho insólito, debemos tomar una decisión de qué hacer, cómo actuar. Cómo es una decisión que debemos tomar rápidamente, una de las formas de hacerlo, es observar el comportamiento de otros. Corren a ayudar, llaman a un ambulancia, pasan de largo, por desgracia, como la mayoría somos reacios a destacar entre la multitud, todos miramos a los demás en busca de pistas de qué hacer, con lo que bien puede producirse el comportamiento de pasar de largo. En el grupo todos piensan igual, por lo que al final puede que no ayude nadie. Sin embargo, cuando estamos solos toda la responsabilidad cae sobre nuestros hombros, y la probabilidad de que prestemos ayuda es mucho mayor.
Todo esto ha dado lugar al concepto del efecto de circunstantes: al parecer cuanta más gente haya a tu alrededor cuando necesitas ayuda, menor es la probabilidad de que alguien te ayude de verdad.
Según los expertos en persuasión, si en alguna ocasión nos encontrásemos en circunstancias de necesitar ayuda, la recomendación serían intentar elegir a una persona con aspecto amistoso, explicarle lo que nos ocurre, pedirle ayuda, y decirle qué es lo que tiene que hacer. Se trataría de intentar actuar sobre la difusión de responsabilidad que se produce en el grupo.
Nuestros juicios son nuestros de verdad o nos dejamos influir por los juicios de los demás.
Somos realmente capaces de predecir cómo nos comportaríamos en un entorno verdaderamente hostil.
Los aspectos legales y filosóficos acerca de la obediencia son de enorme importancia, pero dicen muy poco sobre cómo la mayoría de la gente se comporta en situaciones concretas. Stanley Milgran. The Perils of Obedience. 1974.
La cultura organizacional es el conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores, tradiciones y formas de interacción dentro y entre los grupos existentes en todas las organizaciones.
Nuestros recuerdos no son más que reconstrucciones más o menos exactas de como ocurrió un hecho.
Estamos totalmente influenciados por las opiniones, las conductas, los valores de las demás personas a la hora de decidir ciertas posturas, tomar nuestras propias decisiones o de comportamos en una situación determinada.
No es posible no experimentar sucesos negativos, lo único que podemos hacer es aprender a enfrentarlos de la forma más positiva.
Todos buscamos la felicidad, y es posible que en alguna ocasión hayamos pensado que si tuviéramos más dinero seríamos más felices.
Tal vez muchos de nosotros nos hayamos preguntado en alguna ocasión, ¿qué haríamos si nos encontramos a alguien en peligro?. A la luz de las investigaciones dar una respuesta en positivo o negativo es bastantes complicado.
La capacidad para demorar la gratificación es una habilidad fundamental a la que en formación se le presta muy poca atención, pero tiene una gran relevancia a la hora de gestionar los resultados esperados a corto y medio plazo relacionados con nuestro comportamiento.
Trabajar en el desarrollo de una sana autoestima nos convertiría en menos materialistas.
Al parecer según la investigación los testigos del ataque a Kitty Genovese no son culpables de indiferencia o egoísmo.... Es un problema de cantidad.
El juego del ultimatum se usa como evidencia contra las teorías del homo economicus pues muestra que las elecciones sobre criterios de justicia priman sobre las de beneficio.
El experimiento de Milgran en formato programa reality-show. Impresionante.
El contexto en el que se produce un comportamiento determina su interpretación y significado.
En contra de lo que mucha de la información que nos llega cada día a cerca del comportamiento humano parece indicar, nacemos con el sentido de la justicia.
El experimento llevado a cabo por Marina Abramovic consistía en quedarse inmóvil sin importar lo que le hicieran.